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Yoongi permanecía su mirada en Jimin, aquel cuerpo completamente desnudo y dispuesto a recibir todo castigo.

Sus ojos brillaban con intensidad y una sonrisa malévola adornaba su pálido rostro. Dirige su mano hacia la caja y de este saca un látigo.

Lo observa unos segundos antes de comenzar a pasar la punta de este por el cuello de Jimin y comenzar a deslizarlo lentamente por el torso de este hasta llegar al miembro del menor.

Hace una pequeña presión en el miembro de este antes de dar un fuerte latigazo, provocando que Jimin soltara un quejido mientras intentaba mover sus piernas.

Yoongi baja la punta por las piernas de Jimin y da varios golpes en ambos muslos, dejando marcas rojizas en estos.

Era tan apetecible ver como la piel cambiaba de color al recibir aquellos fuertes golpes, y tan satisfactorio escuchar los quejidos de Jimin, quien apretaba sus manos.

Yoongi deja el látigo y vuelve su mano a la caja para así sacar una pequeña navaja.

El mayor se sienta en la cama y apunta a Jimin con la navaja mientras tenía una sonrisa satisfactoria en su rostro.

Jimin le devuelve la sonrisa, mientras siente el calor subir a sus mejillas.

— Saca tu lengua— Ordena Yoongi a lo que Jimin obedece.

Yoongi pasa suavemente el filo de la navaja sobre la lengua de Jimin, antes de comenzar a bajar hasta el cuello de Jimin, donde deja quieta la navaja.

Pronto Jimin siente un fuerte calor en su garganta y como un pequeño dolor se apoderaba de él.

Yoongi había clavado levemente la navaja en su cuello. Pronto la sangre comenzó a caer sobre el cuello de Jimin, deslizándose hasta caer a las sábanas.

Yoongi acerca su rostro al cuello de Jimin y comienza a limpiar la sangre con su lengua, y al llegar a la herida comienza a dejar besos sobre esto para enseguida dejar una pequeña mordida, escuchando el quejido satisfactorio de Jimin.

Yoongi comienza a bajar lentamente la navaja por el torso de Jimin, pasando la punta del filo amenzando con traspasar aquella delicada piel.

El pálido observa un moretón en la cadera de Jimin y la acaricia antes de comenzar a cortar, escuchando el pequeños gritos de Jimin, quien movía sus caderas ante el dolor.

Poniendo una" M" sobre aquel moretón.

Yoongi comienza a besar la herida, mientras sentía la sangre manchar sus labios y parte de su mentón. Escuchando los pequeños sollozos de Jimin.

— No seré tan duro— Dice Yoongi mostrando una pequeña sonrisa a Jimin, quien lo miraba con deseo y dolor.

Yoongi desata las piernas de Jimin y comienza a acariciarlas, mientras pasaba la punta de la navaja sobre estas, sintiendo el pequeño temblor de Jimin.

El pálido observa atentamente los gestos de Jimin, quien de vez en cuando cerraba sus ojos y abría levemente su boca.

— Tus piernas son encantadoras— Alaga Yoongi mientras seguía pasando la punta de la navaja sobre aquellos gruesos muslos.

Pronto Jimin comenzó a quejarse cuando Yoongi entierra levemente aquella punta filosa y comenzar a expandirla hasta llegar a la entrepierna del menor, donde enseguida sacó la navaja.

La sangre comenzó a deslizarse sobre aquellos muslos y varias gotas caían a la sábanas.

Yoongi saca su lengua y comienza a pasarla sobre la sangre y herida. Siguió el camino hasta llegar a la entrepierna de Jimin, quien sentía dolor pero a la vez sentía demasiado placer.

Sus caderas se levantaron cuando sintió un beso de Yoongi en su abdomen bajo.

El mayor deja la navaja de lado y se acomoda de mejor manera entre las piernas del castaño. Comienza a dejar besos sobre la extensión del miembro del menor.

Al levantar su mirada se encuentra con la expresión llena de placer de Jimin, quien mantenía sus ojos cerrados, su boca abierta y tenía su cabeza tirada levemente hacia atrás.

— ¿Te gusta, cariño?— Pregunta Yoongi.

— Si— Responde Jimin agitado, mientras seguía sintiendo como la sangre salía de su cuello y muslo, pero no le tomó mucha importancia.

Yoongi estira su mano hacia el cuello de Jimin y aprieta levemente de este, sintiendo a Jimin tirar su cabeza hacía atrás. Cuando su mano ya estuvo llena de sangre comienza a deslizarla por el torso de Jimin, manchandolo en el proceso.

Yoongi toma los muslos de Jimin y los separa para enseguida meter aquel falo a su boca, escuchando el gemido de Jimin, quien por inercia intenta cerrar sus piernas, pero las fuertes manos de Yoongi las sostenían con fuerza.

— H-Hyung— Gime Jimin, mientras movía sus manos desesperado.

Yoongi movía su cabeza de arriba hacia abajo de una manera rápida. Sus labios apretaban aquel miembro y su lengua hacia pequeños círculos en la punta, sintiendo a Jimin temblar.

Yoongi suelta una de las piernas de Jimin y dirige su mano hacia el rostro de este, para adentrar dos de sus dedos en la boca de Jimin, quien comienza a chuparlos.

Yoongi saca el miembro de su boca y comienza a jugar con los testículos de Jimin, quien no evitaba mover sus piernas ante el placer.

Cuando Yoongi sintió sus dedos completamente mojados, los saca de la cavidad bucal del menor y los lleva hasta la entrada de Jimin, quien al sentir la punta de los dedos se desespera.

— Tranquilízate— Dice Yoongi en un tono ronco— Solo enfocate en el placer.

Jimin asiente mientras abría sus ojos y miraba a Yoongi, a quien solo se le veía su cabellera azabache desordenada y algo mojada.

Pronto siente aquellos largos dedos adentrarse en su interior, y no pudo detener los jadeos y quejidos. Movía sus caderas desesperado.

Entre el placer y el dolor, solo se concentraba en el dolor, pero era un dolor placentero y muy satisfactorio.

Yoongi comienza a subir sus besos por el torso manchado de sangre de Jimin y llegó al cuello de este, donde comienza a besar, succionar y morder.

Jimin ladeaba su cabeza para que Yoongi tuviera más acceso a su cuello. Sintiendo un poco de dolor ante la herida recién hecha.

Yoongi se aleja del cuello del menor y observa a Jimin, quien abre sus ojos y se dedica a observar el rostro de su novio.

De la nariz hacia abajo se encontraba lleno de sangre. Su mirada era tan penetrante que Jimin se sentía morir en ese momento, lo miraba como si él fuera una presa y Yoongi un animal completamente hambriento.

El pálido pasaba lentamente su lengua sobre sus labios mientras observaba el placentero rostro de Jimin, quien lo miraba de una manera suplicante y llena de placer.

Era una imagen digna de un retrato.





































Misión completada ||Yoonmin||Where stories live. Discover now