The First Kiss || Alex & Henry ||

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[HENRY]

He viajado demasiado en mi vida, y he cogido miles de aviones. Pero no como esta semana.

Habíamos aterrizado en los Estados Unidos de nuevo. En el avión íbamos yo, Alex y mi abuelo.
Alex había seguido y muy a su pesar el plan, le había escrito a Miguel para quedar con él.
Miguel estaba cayendo en su propia trampa, por que con lo que no contaba era con que iba a ser yo el que se presentaría a la cita.

¿Qué estaba asustado? Demasiado asustado, mucho de hecho. Pero llevaría a mi espaldas a un centenar de personas para cuidar de mi y que no me sucediera nada malo en ningún momento.

Habíamos llegado a la Casa Blanca. Alex quería que nos quedaramos aquí para estar más seguros y protegidos.

Me presentó a su mamá. Yo creía que esa mujer me odiaria o ni siquiera me hablaría, pero había sido todo lo contrario. Nos apoyaba al igual que mi abuelo, y nos estaba dando toda su ayuda para poder ir contra Miguel en la cita de hoy.

Y bueno, Alex hoy no estaba en su mejor día, y a no estar en su mejor día me refería a que estaba muy cabreado conmigo en cuando di la idea de ser yo quien fuera a la cita con Miguel.

No me había hablado en todo el camino. Ninguna mirada. Ninguna caricia.

Absolutamente nada. Excepto cuando me presentó con su mamá. Pero por lo demás, nada.

- Alex - lo llamé por primera vez en el día aún sabiendo que no me contestaría.

Alex me ignoró y comenzó a desempacar la ropa de su maleta.

- ¿Vas a estar así por mucho tiempo? - caminé hasta la cama, me subí encima de ella y me senté con las piernas cruzadas frente a Alex.

Silencio.

Era lo único que había en esta habitación.

¿Tan cabreado estaba joder?

- Me mata que no me hables amor...

En cuanto Alex escuchó la palabra amor levantó su vista y me miró.

- Sabes perfectamente por qué estoy así Henry.

"Henry" me había llamado por mi nombre y eso solo significaba una cosa.

Que estaba bastante cabreado.

- Ya tienes que estar enfadado para llamarme por mi nombre.

- El motivo de mi enfado sabes cual es. Te dije que no me hacía ninguna gracia que fueras tú el que tuviera que ir a la cita con Miguel.

- Ya lo hablamos en Palacio.

- Y pasaste de mi Henry.

Alex siguió sacando ropa de su maleta. Daba vueltas por toda la habitación, cogiendo ropa y metiendola en el armario.

Me estaba ignorando de nuevo, cuando yo lo único que quería era hablar con él y solucionar las cosas.

- ¿Te das cuenta? - hablé después de unos segundos - siempre acabamos peleados por culpa de ese imbécil.

Me levanté de una sola vez de la cama. No iba a seguir aguantado que siguiera pasando de mí o que me ignorara cuando yo lo único que quería hacer era arreglar las cosas con él.