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- Entonces... Pongan la música. El de Apolo me gustó mucho, no quiero esperar a ver el mío. Dijo Hades con emoción.
- Como usted diga, tío. Hermes prendió la pantalla con un control que mágicamente apareció en sus manos.
No hay quien ponga en duda Su descomunal poder interno Hoy recibirás el juicio de El emperador del Infierno.
- Empieza bien, supongo. - Adamas opinó con los brazos y las piernas cruzadas, recostado en su trono.
- Claro que está bien, dudo que tu fueras a tener uno, insignificante... - Dijo Poseidón burlándose.
- Hermano, fue suficiente. - Hades regañó a Poseidón.
- Tu no seas como él, tu si pégale al cabrón. - Dijo Zeus alentando a Adamas.
En el medio de la guerra Fue obligado a tomar una decisión Detener al enemigo Que escapaba de La mortal prisión.
- Lo recuerdo muy bien. La gigantomaquia, esa guerra que después liberaría al desgraciado de Tifón. - Dijo Atenea.
- Ese hijo de puta puso en aprietos a mi precioso Ares. - Dijo Enio.
- Sí, como sea, guarden silencio por favor, mis amores. - Dijo Ares acostado.
En el tártaro no hubo ninguna Posibilidad que la fortuna Sonriera a los titanes que perecieron Ante el filo de su lanza asesina.
- Hades es muy admirable, derrotó a todos esos titanes solo por nosotros. - Opinó Hestia.
- ¿Verdad que sí? Mi precioso terroncito de azúcar es impresionante. - Perséfone abrazó, no, practicamente asfixió a Hades con su pecho.
- "Terroncito de azúcar" Pffff. Hermana nunca pensé que fueses así.- Ares no pudo evitar estallar en la risa hasta que Afrodita habló.
- No puedes burlarte de eso mi algodoncito de azúcar si nosotros nos tratamos igual. - Dijo Afrodita provocando que la mirada de Ares cambiara de una eufórica a una completamente seria.
Ante lo dicho por Afrodita, el que ahora se estaba riendo tanto de Perséfone como de Ares no era nada más y nada menos que su propio padre.
