- Prologo + 01 -

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—¿Estáis seguro de vuestra decisión?.

—Perfectamente, no quiero, ni necesito mas esa mocosa.—dijo el hombre con un claro acento alemán empujando la niña al barro en medio de la lluvia.

—Bien, no abra problema. Puede irse.

El encargado del orfanato observo como el hombre de acento alemán se alejaba, luego bajo su mirada y vio a la pequeña tirada en medio del barro mientras se empapaba con la lluvia. 

La pequeña era extremadamente delgada y de baja estatura, midiendo tan solo 90.5 cm, tras haber pasado la penumbra de una cruel desnutrición. Era de una cabellera rizada pelirroja y unos ojos esmeraldas color jade, su piel se veía mas suave y delicada que la porcelana. De unos 5 años de edad o próximamente los cumpliría.

La pobre menor miraba al suelo con una mirada vacía mientras seguía empapándose con la lluvia. El encargado al no ver mas la sombra del hombre, tomo a la niña de la mano y la hizo entrar al orfanato.

La niña era demasiado sumisa, en todo sentido. No hizo quejas cuando le dieron una ducha, o cuando no había que comer, simplemente aceptaba su destino así nada mas.


                                                                                     *****


La pequeña no era muy sociable, era extremadamente callada pareciendo tan solo una estatua. La única que había logrado acercarse a ella, era Anya, una niña de cabello pelirosa, unos ojos verdosos y unos adornos negros en forma de cuerno hechos de tela y usaba de prenda un vestido negro. Esta era la única en la que la pequeña lograba confiar. A pesar de ser callada y sumisa, era la mas inteligente del orfanato seguida de Anya. Según el encargado.

En el pensar de Anya y la pequeña, ambas se consideraban ya hermanas. Siendo Anya la mayor y la mas pequeña la menor. Eran inseparables, que dormían ya en el mismo cuarto.


                                                                                  ****

Una mañana, Anya se encontraba jugando con su peluche. Mientras que la pequeña, se encontraba leyendo un libro con su peluche de delfín, apodado, ''El Capitán Nemo''.

En eso entraría uno de los encargados del orfanato algo borracho a la habitacion, acompañado de un hombre.

—Hey, Anya, Astrid.—hablo el encargado llamando la atencion de ambas niñas.

—Ellas son Anya y Astrid, son las mas listas.

En eso, ambas niñas observarían entrar un hombre a la habitacion.

—Vamos, saluden al señor.

Ambas niñas se pondrían pie, siendo Anya la primera en levantarse y Astrid dejaba su libro a un lado.

—Soy Anya y ella es Astrid.—dijo Anya mientras se presentaba así misma y a la menor, quien aun no emitía un solo ruido y solo observaba tímidamente.

—Discúlpeme, pero...

"En la escuela Eden, solo admiten niños a partir de 6 años, ambas tendrán cuatro o cinco".—pensaba el hombre mientras observaba a las niñas.

—Seis.

—¿Hm?.

—¿Tu tenias seis años?.—le pregunto el encargado a Anya, quien no le respondió a su pregunta.

"Pero, esas alturas no son de..."—pensó mientras aun seguía observando la altura de ambas niñas.

Anya voltearía su mirada y buscaría un periódico que estaba en la mesa. Se dirigió hacia el periódico y mostrarle al hombre un crucigrama. Para luego sentarse y resolverlo. Astrid en silencio, volvió a su lugar y siguió leyendo su libro con su peluche aun lado de ella.

"Eso es muy difícil para unos niños. En cambio, para mi es un juego de niños".

Anya resolvería el crucigrama mientras leía las respuestas en la mente del hombre.

"Uno vertical, "homeostasis", uno horizontal, "resolución casual".

Mientras Anya resolvía el crucigrama leyendo la mente de aquel hombre, Astrid estaba terminando su libro

Anya terminarían el crucigrama. Anya se lo mostraría al hombre, dejándolo impresionado.

"¡Tiene una inteligencia asombrosa!, podrá superar el examen de ingreso sin problema. Pero... solo necesito a una".

—Si yo voy, Astrid también va.

La pequeña Astrid, al terminar su libro se acerco a Anya, tomándola de un dedo callada. El hombre se fijo en el libro que había terminado la menor.

"¿20.000 leguas de viaje en submarino, de Julio Verne?, sin duda alguna ninguna niña o niño de su edad leería esos tipos de libro".

El hombre lo pensó por un momento y al ver la inteligencia de ambas menores, pensó que no seria problema llevarse a ambas.

—Bien, me llevare a ambas niñas. Hagamos los documentos.

—No hace falta, lleveselas ya.

"Tener hijas: Misión Cumplida. Fue tan fácil que me hace dudar".

—¿Ustedes están de acuerdo?.

Astrid asentiría con la cabeza tímidamente en silencio, mientras que Anya haría lo mismo emocionada. Tomo su peluche rosa y Astrid su delfín y ambas niñas salieron del orfanato con aquel hombre.


|¬| La Hermana Menor de Anya - Spy x Family - DamistridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora