VII-ALUCINACIONES.

38 4 0
                                    


Siempre creía escucharlo a veces también si se concentraba lo suficiente podía verlo, solo por segundos. El niño rubio con ojos azules aparecía cuando menos lo esperaba.

Al principio Baji creyó que era un nuevo vecino que tal vez era muy tímido por eso no salía mucho. No le tomó mucho darse cuenta que ninguno de sus amigos podía verlo. Manjiro le dijo que estaba enloqueciendo, ningún niño rubio de ojos azules había llegado al vecindario, pero Keisuke podía verlo parado justo detrás de Manjiro. ¿A caso se habían puesto de acuerdo para jugarle una broma?

Decidió contárselo a su madre quien le preste mucha atención al relato que contaba su pequeño hijo. No encontró razón coherente para explicarle a su hijo, tal vez se trataba de los famosos amigos imaginarios que muchos niños tenían a esa edad.

Dejo de verlo con el paso del tiempo, lo cual le provocó una extraña sensación en el pecho. Estuvo a punto de olvidarlo, de verdad casi lo logra. Pero cuando cumplió quince años lo vio sentado debajo de un árbol de cerezo.

Los cabellos rubios se le removieron por la suave corriente de aire, parecía distraído mirando en algún punto en específico. Decidió acercarse, tenía que salir de la duda quedaría como un idiota si se trataba de alguien más, pero vamos era eso o confirmar que verdaderamente estaba demente y que su amigo imaginario de la infancia ahora se convertía en su amigo de la adolescencia.

Los orbes azules que dejo de ver por mucho tiempo lo enfocaron cuando estuvo a centímetros de él.

Una sonrisa tímida se dibujó en los labios de Baji.

-Nunca pregunte tu nombre -habló. Era verdad de niños eso era lo que menos le importaba, pero con el paso del tiempo el no poder ponerle un nombre fue tan frustrante.

-Matsuno Chifuyu -la voz del rubio seguía siendo suave y apenas audible -yo si conozco el tuyo Baji Keisuke.

Las mejillas de Baji se pintaron de un rojo carmesí.

-Lamento no haberme preocupado por eso a los cinco años.

-No importa, ahora sabes mi nombre, diez años después, pero lo sabes.

Baji tomó asiento junto a él, a pesar de no verlo por mucho tiempo se sentía tan cómodo con él, tal vez en otro universo fue alguien bastante importante para él.

- ¿Cómo está tu madre? -Chifuyu preguntó, a lo cual Baji levantó las cejas con algo de duda -Escuche que le hablaste sobre mí.

Keisuke asintió.

-Ella está bien, siempre trato de ayudarla y no hacer su día difícil, aunque si le cuento que te estoy viendo nuevamente seguro esta vez creerá que estoy loco.

Una risita escapo de los labios de Chifuyu.

-Es probable, afortunadamente para ti, esta será la última vez que me veas.

Baji lo miraba confundido, no le molestaba en absoluto ser visitado por Chifuyu nuevamente.
Sin dejar a Keisuke decir una palabra Chifuyu continúo.

-Me alegra que en este universo hayas logrado cumplir quince años -un par de lágrimas resbalaron por las mejillas de Chifuyu -dejaré de molestar de ahora en adelante, por favor cuídate mucho y recuerda que te amo.

Baji no supo que decir, estaba confundido por todo lo que Chifuyu le había dicho en tan poco tiempo.

-Gracias.

Chifuyu había tomado la última palabra y cuando Baji había conectado un par de neuronas para responder algo coherente una voz bastante familiar lo distrajo.

- ¡Keisuke! ¡Llevo minutos hablándote! -Manjiro estaba de cuclillas justo al lado suyo.

-No tienes que gritar, estas a centímetros de mí.

-Gritar fue la única solución que encontré, ¿con quién hablabas?

Baji giro su cabeza buscando a Chifuyu, pero justo como lo temía. El rubio había desaparecido.

- ¿Otra de tus alucinaciones?

Baji se puso de pie, ignorando la pregunta. No quería hablar de ello, mucho menos con Manjiro.

Decidió abandonar a su amigo y caminar a su casa. Necesitaba encerrarse en su cuarto y llorar un rato. El saber que jamás volvería a ver a Chifuyu le partía el alma.



















ANGSTRUARY//BAJIFUYU♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora