Alice Smith no creía que su vida podía ir peor desde la muerte de su padre en el servicio militar, sumado que tenia que mudarse con su madre y hermana y separarse de sus mejores amigos.
Su nuevo comienzo la aterra y en el fondo le desagrada mucho...
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Narrador Isaac
Desde hoy en la mañana, la tía Katherine nos dijo que los vecinos de la casa de al lado venían a comer y los invitamos a conocernos mejor porque desde hace tiempo nadie se muda a este pequeño pueblo.
George le estaba ayudando a preparar algunas cosas, en mi caso decidió jugar en la PlayStation con Lee, la verdad no me interesaba mucho conocer quiénes eran, pero a la tía Katherine parecía que sí, desde ayer dijo que el no tener vecinos hace mucho tiempo. Hacía que el pequeño vecindario se sentaba vacío, eso le hacía ilusión creo que el compartir con más personas.
Ya era medio día, eso quería decir que los vecinos no tardaban en llegar.
―Concéntrate Lee, ya te voy ganando más de 5 veces― le dije
―Eso hago, pero no cree que deberíamos ayudar
―Apuesto que ya está listo, mejor hay que seguir jugando
No paso más después de eso y sonó el timbre
―Solo una partida más Lee y vamos
-All Right
Esa paz fue interrumpida cuando llego Cole
―Las nuevas vecinas están en el comedor, vamos de una vez― dijo él
―Lee iba por mi sexta victoria, pero te salvaste.
Salí al comedor y estaba una madre con sus dos hijas, pero una de ellas estaba de espaldas sentada frente a mi asiento.
―Buenas tardes vecinos. ― comentario de camino a mi asiento ― ¿TÚ? ― exclama al verla
―Nos vemos otra vez― respondió con una cara desafiante
La recordaba perfectamente, era la chica de la cafetería, además de no saber ver más allá de sus narices me hizo perder la propina que tenía.
Cole insistió en comprarle un nuevo café, pero después de ella irse Cole decidió comprar mi silencio a cambio de mi dinero.
―Definitivamente el mundo es pequeño, como este pueblo― dije
―Se conocen― pregunto el tío George
―Algo así, nos cruzamos hace unos días en la cafetería― hablo nuestra vecina― por cierto, me llamo Jane y ellas son mis dos hijas.
―Soy Nora
―Me llamo Alice.
Así que ella es la molesta Alice.
―Yo creo que presenta a la mayoría de mis hijos, sin embargo, ellos son mis sobrinos― hablo la tía Katherine― Lee e Isaac García.
―Qué edad tienen― la señora Jane pregunto
―Isaac se ve de 13― comentario con una sonrisa burlesca
―Tengo 16
―Quiere decir que tiene la misma edad― la mamá de Alice menciono― seguro deben ir en el mismo grado.
―Todos los chicos incluso Jackie, van a la misma escuela en el centro del pueblo.
―En esa misma estamos inscrita Alice y yo― comento la hermana de Alice
Esto no puede ser peor, una cosa seria verla saliendo de casa y una aun peor verla todos los días en la escuela.
―Podemos llevarlas a la escuela― las palabras que salieron de Cole definitivamente arruino el momento
―No nos gustaría incomodar, de hecho, podemos ir en el autobús de la escuela.
―Pero el desfile del autobús escolar queda lejos de aquí, estoy seguro que las podemos llevar.
Le di un golpe debajo de la mesa a Cole
―De hecho, Nora tiene una moto, no se preocupen podemos ir ahí― dijo Alice
―Exacto Cole, mejor sigue comiendo la comida de la tía Katherine.
―Yo creo que no seria ninguna molestia― todo se derrumbó al escuchar las palabras del tío George― tal vez pueden turnar un día en la moto y otro con los chicos, claro si quieren.
―Bueno esta bien―respondió Nora
Solo atine a ver la cara de Alice y era exactamente la misma que la mía, se le notaba lo molesta e incómoda que estaba, a eso le sumo la otra pregunta que hizo Jordán.
―Por que se mudaron
Hubo un pequeño silencio incomodo que rompió la mamá de ellas
―Por temas de mi trabajo es que soy abogada y otros asuntos personales.
―Asombroso tener una vecina como abogada.
No parecía eso una respuesta tan creíble, lo podía notar por cómo estaba Alice traía la mirada agachada y estaba demasiado callada. Incluso parecía no estar en la misma mesa que nosotros.
Todo transcurrió normal, cuando se estaban a punto de ir Alice vio a la mascota de nuestra casa
―No puede ser que animal más lindo
―Verdad que si―respondió la tía Katherine
―Que edad tiene― pregunto
―12 años esta con notros.
―Wow pero que cosita más linda, que bueno que se mantiene sana
―Lo cuido muy bien, soy veterinario de profesión
―Enserio es increíble, yo tengo un perrito, pero no lo pude traer y esta en casa de mis abuelos, le tratan de dar lo mejor.
―Si deseas te puedo dar mi número para que me hagas las consultas que desees y tu se las das a tus abuelos.
Alice y la tía Katherine parecían dos nuevas amigas, parece que esa mocosa se gano a toda mi familia más rápido de lo que yo logre hacerlo cuando llegue.
