Cap. 4

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Derek

Enterarme de todo esto es doloroso, es doloroso por el hecho que Stiles se va, no quiero que eso suceda y mucho menos que le suceda algo malo, he hecho de todo para mantenerlo a salvó y si, se que no fue la mejor decisión ya que obligué a toda la manada a alejarse de él, por mi ellos lo llegaron a ignorar y a marginar pero no quiero perderlo, el es importante para mí, lo amo.

-No tienes que hacerlo, Derek, aquel lugar no es malo, mis hermanos viven allí.- dijo Stiles.

-No se discute más, iré contigo y veré qué ese lugar sea seguro para ti ¿Cuando te irás?.- el asintió y soltó un suspiro.

-Esta bien, nos iremos mañana en la noche, estaré en casa de papá.- dijo antes de irse, yo me gire y observe a todos quienes no salían de la sorpresa por la noticia que nos dió Stiles.

-No puedo creer lo que nos dijo Stiles.- dijo Kira aún sin salir del asombro.

-Lo malo es que ahora perderemos a Stiles, se va a ir.- comentó Isaac con tristeza.

-¿Por qué no le dijiste lo que sientes por el? Era el momento para hacerlo, debiste decirle que lo amabas.- dijo mi hermana.

-No lo hice porqué el dejaría ir a su padre y hermanos por quedarse aquí y eso sería egoísta, tiene derecho a estar con su familia y ser feliz con ellos, se que cuando llegue el momento el lo sabrá todo y estaremos juntos.- Malia se acercó a mi y me miró fijamente a los ojos.

-Cuando se trata de la persona que amas debes ser egoísta, el amor es así y si se trata de Stiles pues tienes más razones para hacerlo, nunca encontrarás a alguien como Stiles, se que el te ama Derek y todos aquí lo sabemos e incluso tu pero el miedo te obliga a solo verlo de lejos.- nunca creí que Malia pudiera decir algo como eso pero tiene razón, debí decirle a Stiles lo que siento por el, ya es hora de hacerlo.

-Lo haré mañana antes de irnos.- dije dando con eso terminado nuestro entrenamiento, cada uno tomó sus cosas y se fueron a sus casas.

Al día siguiente me desperté temprano y parece que toda la manada también ya que apenas me desperté ellos empezaron a llegar, pasamos un rato hablando antes de ir a ver a Stiles pero mientras hablábamos apareció alguien que no creímos volver a ver nunca más, ella nos observaba desde la entrada.

-Hola chicos ¿Cómo están?.- preguntó ella.

-No puede ser, es la...- Scott se quedó congelado así que termine la frase.

-Madre de Stiles.- todos teníamos expresiones de confusión ya que no sabíamos cómo era que estaba aquí.

Stiles

Al salir del Loft me fui directamente a casa, le conté a todos lo que pasó en el Loft y todo lo que me dijo Derek.

-Pues el no podrá venir hijo, la barrera no permite que nadie que no sea un semidios o un Dios la atraviese.- explico mi padre.

-Tu padre tiene razón, además, siempre hay criaturas acechando a los semidioses, por esa razón se creo la barrera para que no estemos en peligro.- comentó Annabeth.

-Esta bien, nos iremos mañana al amanecer pero antes debemos activar el collar o no se que se deba hacer con el.- tengo muchas cosas en mi mente en este momento, voy a extrañar mucho a los chicos pero sobretodo a Derek.

No pasó mucho tiempo para que todos fuéramos a dormir, mañana saldríamos temprano y debíamos descansar. Al día siguiente fui el primero en despertar, me dispuse a preparar mis cosas y lo que llevaría, al bajar me encuentro con mis padres hablando y papá le mostraba a mi padre mis fotografías de cuando era un bebé.

-Estoy listo.- dije ganandome la atención de ambos.

-Bien, primero tu padre quitará el sello del collar.- asentí a papá y me gira a ver a mi padre quien sacó su tridente y apunto directamente al dije de lapislazuli el cual emitió un brillo de forma inmediata, aquella luz salió del dije y empezó a tomar forma humana y al darme cuenta solo pude llorar, era mi madre.

-Mamá.- dije entre lágrimas.

-Mi pequeño Stiles.- dijo ella y nos unimos en un abrazo.

-Te extrañé mucho mamá, no sabes cuánto.- ella rompió el abrazo y me mostró una enorme sonrisa.

-Y yo a ti mi niño pero no tenemos mucho tiempo, ahora todo el poder que había en el collar se traspasó a ti, mi madre era la diosa Hécate, al ser su única hija me enseñó todo sobre la magia, me dió mucho poder y ahora yo te lo transfiero a ti y también el poder que heredaste de tu padre, ahora lo tienes por completo.- explico ella.

-Lo usaré con cuidado, pero no entiendo ¿Por qué tienes tanta prisa?.- ella acarició mi mejilla y me sonrió.

-Mi espíritu no puede quedarse aquí pero puedo ayudarte en tu situación con Derek.- yo la observe sorprendido ya que no pensé que ella lo sabría.

-¿Cómo lo sabes?.- pregunté.

-Se un par de cosas pero todo está bien hijo, yo me haré cargo ahora despierta a tus hermanos y a sus amigos, deben irse ahora, cuídate mucho Noah y Poseidón, cuida de nuestro hijo.- no dijo más y desapareció de forma inmediata, dirigí mi atención a papá y me acerque hasta el.

-Ya oíste a tu madre, debes irte pero prométeme que te vas a cuidar.- me lanze sobre el a abrazarlo con fuerza.

-Lo haré papá.- así termino nuestra despedida.

Mi padre volvió con Percy, Tyson, Annabeth y Grover, el solo uso sus poderes para llevarnos hasta el campamento, todo fue muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya no estábamos en casa sino en un bosque muy hermoso frente a la entrada la cual tenía el nombre del campamento.

Al entrar todo era increíble, las cabañas y muchos otros chicos más, todos nos miraban y susurraban cosas entre ellos.

-Percy, Tyson ¿Por qué todos nos miran y se susurran entre si?.- pregunté a mis hermanos.

-Es porque papá está aquí, los dioses no vienen nunca a ver a sus hijos y además ya se corrió la voz del tercer hijo de Poseidón.- respondió Percy.

-Tranquilo hermano, te irá estupendo aquí.- dijo Tyson abrazándome por los hombros.

Ahora empieza una nueva vida y tal vez nuevas aventuras, hora de saber cómo es la vida de un semidios.















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