𝑰𝒏𝒗𝒂𝒔𝒊𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 (𝑩𝒆𝒏 𝒚 𝑲𝒂𝒊)

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑰𝑰: 𝑼𝒏 𝒃𝒂𝒊𝒍𝒆, 𝑳𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝑳𝒐𝒃𝒐𝒔

Casa de los Green, Domingo, 08:25 AM

Kai se había levantado muy temprano esta mañana para ir con su abuelo y sobre todo para trabajar en su vestido para el baile, sería el fin de semana que viene así que necesitaba prepararlo todo. La joven se levantó y se duchó lavando su largo cabello negro con uno de los nuevos champús que había comprado, se suponía que el producto dejaba el pelo más brillante, después de media hora salió con dos toallas, una en su cuerpo y otra enrollada en su pelo, se secó bien su cuerpo y luego se quitó la toalla para usar el secador y la plancha, ese dia lo llevarías suelto y liso, algo un poco raro en ella pero quería ganar la batalla contra las populares y quería probar un nuevo look a ver cómo le quedaba, se miró al espejo y también en su mente se preguntaba "¿Como seria él ahora?" "¿Se olvidó de ella?" "¿Tendria otra pareja?" muchas preguntas pasaban por la cabeza de la chica a toda velocidad mientras se miraba en el espejo y veía que la niña que conoció aquel chico cuando era mucho más joven ahora era toda una mujer, una bella mujer que pensaba en el hombre que a lo mejor había perdido en el tiempo y que quizá nunca recuperaría o no lo sabía. Se puso un colgante con una punta de flecha que le regaló su madre, ropa cómoda que constaba de un top rosa oscuro con vaqueros a juego.
Una vez preparada se dirigió a casa de su abuelo que, al abrir la puerta creyó al inicio que no era su nieta pero al fijarse mejor si vio que era ella y la dejó entrar
-no pareces tu, creo que te he visto pocas veces con el pelo suelto -dijo el hombre mientras se sentaba en una mesa a tomar una taza de café que se había preparado- ¿Por qué el cambio?
-pues... porque me lo lavé y no puedo atarmelo bien abuelo, además ya va siendo hora de dejar mi cola de caballo atrás o de usarla menos, además tengo un baile este sábado y necesito pedirte un favor
-¿cual? Si es comprarte un vestido, olvídalo. No hay dinero para uno -dijo el hombre serio, ya que según el, no se "nalgastaba" dinero en caprichos
-no venía a pedirte dinero para comprar un vestido, sino a pedirte si había una vieja máquina de coser de la abuela y si podía usarla -dijo la joven sacando de su mochila un rollo de tela marrón que imitaba perfectamente a la piel de un lobo
-ah, puedes subir a la segunda planta y entrar en la penúltima habitación a la izquierda, era el cuarto que usaba tu abuela para hacerte esos jerseys tan bonitos que te regalaba cuando eras pequeña
-gracias abuelo, iré ahora mismo a ver que puedo crear porque les quiero dar en los morros a esas pijas sin cerebro -dijo Kai
-¿asi que otra vez te has encontrado con Stephanie y seguramente alguna de su pandilla? -adivino Wess
-si, prácticamente me ha llamado fea y que no tengo estilo ninguno, pero pienso darle en los morros con un precioso vestido hecho a mano y con cosas que tengo por casa. Asi les demuestro que no hace falta tener millones en el banco para ir presentable -dijo tranquila subiendo las escaleras
Al llegar a la habitación donde le indicó su abuelo se encontró una vieja habitación limpia, parecía un pequeño despacho donde solo había una mesa de escritorio y la mesa donde se encontraba la máquina de coser, era un poco vieja pero aún funcionaba y parecía en buen estado

La joven sacó de su mochila un pequeño cuaderno que también traía con algunos garabatos y bocetos para su vestido y cuando encontró el correcto lo copió en la tela y empezó a coserlo, se pinchó un par de veces con la aguja sin querer pero no se quejó, cuando hubo terminado tenía un vestido bastante bonito de color marrón y el tacto parecía de piel auténtica de lobo a pesar de ser sintética

Era un vestido un poco corto y con escote en forma de corazón pero era muy bonito y había mucho mérito en él porque lo había hecho ella para sí misma, no era cien por cien perfecto pero era un vestido. Kai bajo corriendo a enseñárselo a su abuelo y éste le dijo que fuera a casa porque había una sorpresa, dicha sorpresa era que su madre había vuelto de una expedición en Europa. Kai estaba muy unida a su madre, Evvie Green, era la hija de su abuelo y había seguido sus pasos ya que también era arqueóloga, una de las pocas mujeres que había en esa profesión pero le daba para vivir bastante bien. Al llegar le enseñó el vestido que había hecho y su madre le dijo que estaba perfecto y que le quedaba muy bien el pelo suelto, las dos buscaron en el armario de la chica algo que fuese a juego con el vestido y encontraron unos zapatos y un bolso plateados, el bolso era de Gucci que le había regalado su madre hace ya tiempo, le dijo que llevase el pelo así suelto y que ella se lo alisaría un poco más para que quedase perfecto. Pasaron una tarde madre e hija muy agradable

Alguna parte de EE.UU., 09:00 AM

La caravana rodaba por la carretera siendo conducida por Kevin, el abuelo había conducido toda la noche y necesitaba un descanso, así que los chicos se habían ofrecido para tomar turnos para conducir, por supuesto los dos chicos ya que la chica todavía estaba estudiando para conseguir su carnet. Todos iban tranquilos pero sin rumbo fijo hasta que al final se les ocurrió una idea
-¿y si visitamos el Monte Rushmore? -propuso Gwen, estaba sentada en la mesa plegable con la perra al lado- visitaríamos una base antigua de los Fontaneros y empezaríamos por algo cultural
-no es una mala idea, por lo menos empezaríamos el viaje por algún sitio -dijo Ben, que rara vez estaba de acuerdo con su prima- ok Kev, creo que tenemos rumbo
-esta bien, pero la próxima salida la elijo yo -dijo el pelinegro al volante
Siguieron las carreteras hasta que llegaron a la gran edificación de piedra que era construido hace ya tiempo y que representaba las caras de los cuatro padres fundadores de los Estados Unidos de América

-y primeta parada... el Monte Rushmore -anuncio Kevin al llegar, los tres bajaron sin hacer mucho ruido ya que no querían despertar al abuelo, caminaron la cuesta que les separaba de la montaña donde estaban las caras de los presidentes, hicieron fotos y después volvieron a la caravana para comer. Por último cogieron un mapa para marcar los sitios que querían visitar y uno de ellos, no se sabe por qué, era Nuevo México. Un lugar que había marcado el propio Ben y no sabía ni siquiera que lo había hecho ya que había sido inconscientemente o puede que su cabeza estuviese recordando vagamente a aquella bella chica que conoció cuando tenía diez años y consiguió su transformación de Blitwolfer

CONTINUARA
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HILA CHICOS!!! Sé que es un capítulo un poco cortito pero quería empezar a poner cosas interesantes ya que siento que la obra está siendo un pelín aburrida pero no os preocupéis que ya vendrán las cosas interesantes pronto, como siempre espero vuestros votos y vuestros comentarios apoyando o diciendo que le falta la historia o lo que sea