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Después de cerrar todos se despidieron antes de separa se, el rubio caminaba tranquilo cuando escucho a alguien llorar, se acerco viendo a la chica de antes.

Pudding estaba sentada en una banca de la calle limpiando sus lagrimas, el rubio la reconoció y dudo de acercarse pero su propia caballerosidad le jugaba en contra.

-- señorita, ¿se encuentra bien?.

La castaña levanto la vista, se limpio las lagrimas como pudo, la verdad es que el rubio sentia algo de pena por ella.

-- s-si... sniff... Estoy bien-- murmuro sonando su nariz con un pañuelo, Sanji se sento junto a ella.

-- se ve abrumada, realmente le paso algo malo.

-- bueno... puede ser... es que... es que... cancelaron mi boda-- volvio a llorar fuerte.

-- oh, realmente lo siento señorita eso es terrible-- poso su mano en su hombro como apoyo moral.

Sin que el rubio lo notara la chica sonrio bajo la mano que cubria su cara, planeaba tomarlo desprevenido. Su plan era simple solo tenia que engañarlo lo suficiente como para que acepte obligadamente estar con ella.

-- sniff... creo... creo que te qui-quito tiempo lo siento.

-- no se preocupe señorita...-- miro su celular, era cierto que perdio 15 minutos pero no hacia la diferencia realmente para el-- ayudar a una doncella en apuros es importante.

Ella sonrio, sin que la viera, todo estaba llendo bien, se quedo pegada a el ya que todavia no habia notado que todo su cuerpo estaba siendo cubierto de un nuevo aroma, el aroma de Pudding, desgraciadamente esto paso desapercibido por el rubio.

Ella lo abrazo del brazo derecho siguiendo con su teatro, el rubio se sorprendio e intento moverse pero al ver que seguia llorando no tuvo corazon para apartarla.

Bien no se da cuenta ahora solo me queda el ultimo paso, penso muy alegre.

Estiro del brazo de Sanji atrayendolo hacia ella, el rubio no tuvo tiempo de reaccionar y la joven lo beso en los labios.

Despues de unos segundo se separaron aunque no termino de procesar todo pues Pudding estiro su mano hacia la cabeza del rubio ingresando en esta y estirando recuerdo como si fueran escenas de peliculas viejas, saco una tijera y corto los últimos minutos.

-- ¿Eh?, señorita, ¿ocurre algo?-- cuestionó desorientado.

-- mmm no nada, solo que ya me siento un poco mejor, creo que sera mejor que vuelva a casa.

-- si es mejor...-- reviso la hora-- maldicion, ¿llevamos mas de media hora aqui?, realmente lo siento señorita pero me tengo que ir.

-- si no hay problema-- sonrio falsamente.

-- si, es que los niños no se alimentan bien si yo no les doy de comer-- ese comentario borro la sonrisa de la castaña de golpe-- adios.

Solo sacudio su mano y una lagrima silenciosa salio de su ojo, todo su plan se fue al demonio, ¿como podria amarla si amaria mas a sus hijos que a ella?.

Mordio su labio con rabia y tristeza, aun asi sonrio al saber que con lo que hizo posiblemente su pareja no este muy feliz y lo deje, con eso en mente saco un pañuelo para limpiarse el exceso de labial que se habia puesto.

Sanji por mientras corria a casa sin percatarse de nada, una vez en la puerta saco algo torpe sus llaves e ingreso casi corriendo, vio al tigre en el sofa con ambos infantes dormidos, ya pasaban de las 11 asi que era normal que no estuvieran despiertos.

Zoro se sobresalto un poco y lo volteo a ver, a el rubio le dio un escalofrio en la espina por esa mirada, parecia muy molesto y pudo notar un pequeño tic en su ojo, suspiro y procedio a caminar hacia el pero antes de llegar el contrario se levanto para ir a la escalera.

Dos mundos un destino.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ