Amores Bajo La Mesa

Capitulo 6 - ¿A Que País Se Va?.

- Altagracia renunció y terminó lo nuestro

- ¿Qué esperabas pendejo?

- Pues que se aguantara tantito

- No te iba a esperar toda la vida cabrón, tú también te pasaste

- Me tachó de mentiroso y machista, por tener dos mujeres

- Pues es que eso de tener dos mujeres déjaselo a los que les gustan las relaciones abiertas, tú muchas veces le hiciste problemas solo por hablar con sus amigos

- Es que sentí celos pues

- Los mismos que sentía ella al verte con la lo... Digo Eleonora

- Ramón, ¿Me vas a ayudar o vas a seguirle echando leña al fuego?

- Te estoy ayudando, diciendo la verdad, pero ayudo

- Pásame un tequila - se sienta - Ya no sé que hacer, estaba a punto de dejar a Eleonora por ella y mira con lo que salió

- Vuelvo y repito, ¡Estás Pendejo! Tenías a Altagracia aquí - señala la palma de su mano - la cagaste manteniendo relaciones con ambas, te lo advertí desde el principio - le pasa el trago

- Es que si no seguía normal con Eleonora, pues entonces iba a sospechar de lo mío con la güera

- Pues de todos modos quieres dejarla

- Ya no estoy tan seguro - bebe - Se embarazo, sería peor dejarla así

- No sé como te llegaste a quedar con Eleonora

- Pues así nomás, ella estuvo para mí por mucho tiempo, me salvó Ramón, estaba a punto de pegarme un tiro en la cabeza

- Pero no era para que te casaras con ella solo por agradecimiento, piensa pendejo

- Pensé que llegaría a sentir amor por ella

- No todo es así de fácil, mírate, ahora estás casado con una y enamorado de otra, que por cierto ya se va

- Se va a ir - suspira - se va lejos de mi y no sé a donde

- Tienes dos opciones

- ¿Cuáles según tú?

- Puedes dejar a Eleonora y salir corriendo en este momento detrás de Altagracia

- La otra

- Te quedas con tu mujer y cuidas de tu familia, así como indicó tu güera

- ¿Cómo sabes que me pidió eso?

- Dejaste la puerta entre abierta y la mayoría de la oficina escuchó la pelea

- O sea que ya todos saben el chisme

- Desde hace rato - ríe - es que eres muy discreto, tus celos cada vez que ella se encerraba con un arquitecto en su despacho eran muy poco notorios ¿Lo sabías?

- Chingada madre

- Por eso muchas secretarias no soportaban a Altagracia

- Pensé que lo de las humillaciones era algo que se había creado en su cabeza

- No seas imbécil - hace una mueca - el simple hecho de tenerla como amante, ya es una humillación

- Ya pues, estoy pendejo pero ya no me lo repitas

- Es que es imposible no decirte

- Ya mejor vete a trabajar, déjame solo

- Me voy, pero ya no la sigas cagando cabrón