H E L L

|1| ¡Advertencia! ¡Advertencia! Pride's llegando... Defensas bajas

|1| ¡Advertencia! ¡Advertencia! Pride's llegando, defensas bajas.

No Halo.

Bebé, soy la razón por la que el infierno es tan caliente.

INFERNO.

Bebé, yo soy la razón por la que hacer el mal es TAN divertido.

Bela Poarch feat Sub Urban — Inferno

Sangre...

Sangre...

Sangre...

—¡Mamá! ¡Papá!

Allí estaban. Mamá con el cuello totalmente abierto, los ojos inexpresivos, el cuerpo lleno de... Sangre.

Papá con el pecho lleno de puñaladas, mordidas, y con la sangre saliendo de sus dedos ante la ausencia de sus... Dedos.

Y yo... Llena de sangre, su sangre, roja y viscosa. Con un cuchillo en la mano frente al cuerpo magullado y también ensangrentado de mi hermano inconsistente.

¿Qué pasó?

¿En qué momento mi vida se volvió un infierno?

¿Por qué ellos estaban muertos y yo no?

¿Por qué no recordaba nada de esa noche?

¿Había... Matado a mi familia?

O...

¿Había sobrevivido a su asesino de alguna manera?

Solo recordaba algo de esa noche. Algo mínimo y borroso en mi memoria:

«Cuatro pares de ojos grises y un par de ojos de distinto color»

Me despierto sobresaltada y escucho a la aeromoza hablar, decir que ya estamos llegando a Los Ángeles.

—¿Todo bien? —pregunta Rhys a mi lado —. ¿Más pesadillas?

Asiento a mi hermano.

—No paran desde esa noche.

—¿Aún ves... Los ojos?

Asiento mientras siento mi cuerpo temblar.

—Solo eso recuerdo antes de encontrarme a mamá y papá muertos y tú inconsistente —expreso y la voz me tiembla. Esa noche se siente tal real y tan poco creíble en mi mente —Esos ojos grises y aquel para de ojos de distinto color. Podrían parecer hermosos pero... Me da escalofríos recordarlos. Jamás había visto unos ojos así.

Mi hermano pasa su mano por mi hombro como consuelo.

Yo sigo temblando ante el fugaz recuerdo de la noche en que mi vida se destrozó por completo.

Era una chica normal, con una familia normal. Mi madre era la mujer más dulce que he conocido. Papá era recto pero se volvía un dulce con nosotros y Rhys, siempre tan sonriente y carismático. Yo era una chica afortunada.

Tenía la familia perfecta y funcional que todo adolescente desearía.

Mi madre era una mujer excelente, fuerte, luchadora, una jueza renombrada. Madre excepcional. No hubo un momento de mi vida donde no estuviese ella.

Mi padre era mi ídolo. Un hombre serio pero con la sonrisa más hermosa del mundo, divertido, tanto mi hermano como yo sabíamos que podíamos contar con él. Nunca me juzgó por ningún error, tampoco rechazó jamás a mi hermano por su homosexualidad a pesar de que papá no lo entendía del todo.