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Yoongi

Ya he tenido bastantes discusiones con el ángel.

Él es un adolescente, así que no fue una sorpresa. Cuando uno de sus tutores más jóvenes invitó a Taehyung a una fiesta, Taehyung no se molestó en preguntarme si podía ir, obviamente sabiendo que yo me opondría. Simplemente intentó escabullirse, pasando de puntillas por donde yo estaba esperando sentado en la entrada, bebiendo una taza de café. Su reacción no fue agradable. Especialmente cuando le conté los problemas que le esperaban a un chico de quince años en una fiesta de casa.Me acerqué peligrosamente a explicar lo que habría hecho, en mi vida anterior si me lo hubiera encontrado en una fiesta. Y no estuviese esposado por mi voto.

Él habría estado de espaldas antes de que pudiera parpadear, mi polla tan profunda que la sentiría en su pequeña garganta.

Mi sed por Taehyung es incomparable. Antes del día en que lo vi tan triste en el porche, había pasado mi vida cuidando y protegiendo a mi familia. Ascendiendo en los rangos de la mafia. No había tiempo para romances y no me importaba una mierda. Sin embargo, en el momento en que Taehyung volvió sus verdes ojos en mí, me consumió. Obsesionado. Nunca antes un chico de cualquier edad me había llamado la atención, pero éste. Él había llamado a la parte más profunda de mi alma. La vida dejó de ser una carga y se convirtió en algo que sería para hacerlo feliz.

Haciéndolo mío.

—¿Ya casi llegamos?

Mi polla se engrosa al oír su voz por primera vez en una hora.

—Da — ronco — Muy cerca.

Se sienta más erguido y echa un vistazo a la exuberante vegetación por la que pasamos. Hay curiosidad en su expresión, pero no lo suficiente como para superar la terquedad.

—Has estado pensando mucho ahí.

—SÍ.

Vuelve a cruzarse de brazos y suspiro.

—¿Te gustaría compartir?

—Sí, me gustaría — Mi paciencia se agota rápidamente, esperando a que continúe, pero finalmente lo hace — En la biblioteca, dijiste... que llevabas queriendo tocarme durante mucho tiempo.

Joder. Mi sangre bombea rápido y caliente al tener mi hambre por él al descubierto — He sido una bestia esclavizada en una jaula, ángel. No es lo mismo.

—Cierto — Su postura pierde parte de su rigidez y él comienza a hablar con prisa — Bueno, estaba pensando en que te vas todos los domingos por la noche y no vuelves a casa hasta el lunes por la tarde.

Viendo hacia dónde se dirige esta conversación, mis labios saltan en un extremo.

—¿Qué pasa con eso, ángel?

—Eres un hombre, Yoongi. Y podrías pensar que soy totalmente inocente —

—No creo — interrumpo, incapaz de mantener el acero fuera de mi voz — Ya sabía que eras inocente, pero ahora que he tenido mi dedo enterrado en tu apretadísimo coño, no hay duda.

—Bien — me responde, con las mejillas  sonrosadas — Pero soy lo suficientemente inteligente como para saber que los hombres necesitan... sexo. Así que si no me estabas tocando a mí, ¿a quién estabas tocando?

Miro y veo al dulce Taehyung con un aspecto feroz. He estado pendiente del reloj y sólo falta una hora para que acabe mi contrato. Pero esta demostración de celos va a hacer que los próximos sesenta minutos parezcan una puta eternidad.

Porque su temperamento ruso lo haría luchador. Sin embargo, nunca lo sabré con certeza, porque no le daré ni un solo segundo para que sienta celos el resto de su vida 

Bodyguard Where stories live. Discover now