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Capítulo V Hundido.

Capítulo V Hundido.

Luego de ese día no habíamos hablado mucho la verdad, él estaba muy ocupado, por lo menos era lo que había sabido, Esdras era parte del club deportivo, se encargaba de ayudar a los maestros en la elaboración de los torneos así que lo veía muy poco entre descansos y descansos. Por otro lado, Choi estaba cada vez mas cariñoso, me regalaba flores, me recoge en los descansos e incluso me había defendido de las chicas cuando hicieron un mal comentario sobre mi cuerpo, lentamente sentía como algunos sentimientos salían a flote, tenía una lucha interna entre aquellos dos, Esdras no solía decir cosas cursis, tampoco me daba indicios de que yo le gustara, pero Choi era muy atento, siempre me llamaba bonita, no era sarcástico, era bastante claro con lo que decía.

— Sienna, linda ¿estás bien? — La voz de Choi me sacó de mis pensamientos, una mano se coló por mi cintura apoyando su cabeza en mi hombro, sonreí, en estos meses nos habíamos vuelto más cercanos, lentamente sin darme cuenta me alejaba de Esdras, casi ya no hablábamos, sus ocupaciones deportivas más su trabajo no nos daba una brecha para decirnos un par de palabras, quizá era lo que debía pasar, la lejanía nos había devuelto la calidad de extraños.

— Si disculpa, estoy un poco distraída.

Ese día lo vi, radiante como solía ser, gritando y riendo con sus amigos, extendió la mano por sobre su cabeza en modo de saludo haciendo contacto visual conmigo hasta que Choi me atrajo más hacia él y al parecer Esdras entendió el mensaje,de que debía mantenerse lejos.

Aunque quería no podía, Él no me daba un respiro y Esdras al no estar en el aula casi no podía hablar con él, nos mandábamos un par de mensajes pero no mas de ahi, teniamos un mes alejados, mes suficiente como para empezar a salir con Choi y perder todo el contacto con el.

La música estaba a tope, media escuela estaba ahí, el cumpleaños de uno de los chicos más populares de la escuela había organizado la fiesta del siglo. Había alcohol, comida, un DJ incluso, Choi había ido a buscar un par de tragos mientras que yo bailaba al ritmo de la música, Una colonia peculiar inundó mis fosas nasales, una chalina de cuero que ya conocía tapó mi vista, de espalda se veía incluso más alto, cuando se dio cuenta de mi presencia se dio media vuelta y me miró con esa sonrisa brillante.

— ¿Dónde está el bobo ese? — Murmuró, parecía algo borracho, se acercó a mis labios perdiendo la única decencia que le quedaba, esa mirada desorientada, esa sonrisa torpe y lo quebrada de su voz. — Agh, te odio, sales con ese ñoño cuando podrías estar bailando conmigo.

— Esdras... No tientes a tu suerte. — Empujé levemente al muchacho, el olor a alcohol, cigarro y colonia me abrumaba. — Será mejor que te vayas con tus amigos.

— Sienna, prometiste que no te ibas a alejar.

Mi corazón se apretó cuando él volvió a girarse en dirección a sus amigos e irse, Choi llegó momentos después, me entregó un vaso y no lo pensé dos veces en tomarme todo el vaso.