[ONE SHOTS RIVERS_GG × T/N]

Danger

Narrador

Rivers GG era famosa sin duda. Tenía seguidores alrededor de todo el mundo y su fama crecía cada día, pero por supuesto había quienes tenían cierto odio por personas como Samantha, y a veces el odio puede llegar demasiado lejos.

Para Samy era un día como cualquier otro, se levantaba tarde y comenzaba a planear algunas ideas para su directo del día.

Pero mientras tanto, no muy lejos de allí T/N esperaba impaciente a su nuevo cliente. A decir verdad, el trabajo de T/N T/A es todo menos honorable. Se ganaba la vida de lujos que tenía al gran precio de la vida de otras personas. Muchos dirían "Sicariato" pero T/N solía llamarlo "Insignificantes Negocios". Después de todo, ella jamás conoció a sus víctimas y no tenía ningún interés por hacerlo.

Claro que en aquella red donde operaba T/N habían ciertas reglas. Reglas las cuales respetabas si querías seguir con vida. Entre ellas se encontraban contacto mínimo con la víctima, máxima discreción, etc. Todo era comandado por Arthur Rogers, un cruel pero astuto sicario, aunque también era conocido como Reggie. Reggie era tan solo uno de los tres jefes a cargo de esta red proveniente de EE.UU, pero T/N no podía quejarse, ya que le pagaban lo suficiente para tener una vida más que cómoda. No se preocupaba por nada ni por nadie... hasta ahora.

T/N miraba la puerta de ese bar con impaciencia. Su nuevo cliente debía de haber llegado hace unos minutos, y el hecho de que estuviera retrasado la desesperaba. Por fin apareció un joven de aparentes 30 años de cabellos oscuros y ojos del mismo tono. Se acercó rápidamente hacia la mesa donde la chica lo esperaba.

Llegas tarde.- Le remarcó T/N con reproche.

Lo siento, no me di cuenta de la hora y- Una irritada T/N lo interrumpió.

Me dan igual tus motivos. Vine acá porque Reggie me dijo que tenías un negocio para ofrecerme-

Ah... pues si, así es. Quiero que te deshagas de Samantha Rivera.- Respondió en un susurro nervioso. Le entregó a T/N una carpeta de color rojo donde contenía todos los datos de esta chica.

Así que es un figura pública... bien, serán diez millones de dolares- Le dijo T/N con calma. El hombre la miró desconcertado.

Pero Arthur dijo que cada encargo eran cinco millones- Susurró.

Escucha, eso es por un encargo normal. Samantha Rivera es una figura pública, significa que será más difícil encontrar su casa, o simplemente encontrarla a ella. Y son diez solo porque no causa impacto mundial, alguien como un político o cantante de fama internacional sería casi el triple.- Explicó la chica con su voz aún calma. Extendió la mano y esperó el dinero.

Yo... bien, diez millones.- Masculló el chico a regañadientes. Saco un fajo de billetes seguido de otro igual, pero solo entregó uno.

Gracias. Nos juntaremos en este lugar en un plazo de tres meses para notificarte del cumplimiento del trato y que pagues la otra mitad- T/N se levantó del lugar, tomó la carpeta, guardo el dinero y se largó de allí.

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Ya en el despacho de su humilde departamento que costó miles de millones de dólares, se dispuso a revisar la información que tenía. Su víctima residía en Monterrey, y al parecer vivía sola. Eso haría todo más fácil. Solo faltaba encontrar un lugar donde pudiera lograr su cometido. Se dio cuenta que Samantha dirigía un restaurante, era perfecto. Solo debía descifrar su horario de "trabajo" en Twitch y cuando podría ser que visitara su restaurante. Ahora solo debía esperar el momento indicado para actuar