Capitulo 4

75 12 0
                                    

Parecía que acaba de cerrar los ojos cuando escuché el reloj despertador. Estiré la mano para apagarlo, pero me sorprendí con horror cuando sentí piel cálida bajo mis dedos.  Traté de recordar dónde estaba. Cuando la respuesta llegó, me mortificó el hecho que Gemini pensara que lo había hecho a propósito.

— ¿Gem? La alarma —susurré. Él aún no se movía—. ¡Gemmm! —Dije, dándole un codazo. Cuando todavía no se movía, me estiré a través de él, buscando a tientas en la penumbra hasta que sentí la parte superior del reloj. Sin saber cómo apagarlo, golpeé la cima del mismo hasta que pulsé el botón de dormitar, y luego caí sobre mi almohada nuevamente.

Gemini se echó a reír.

— ¿Estabas despierto?
—Te prometí que me portaría bien
No dije nada al respecto de permitirte acostarte sobre mí.
—No me acosté sobre ti, —protesté—. No podía alcanzar el reloj esa tiene que ser la alarma más molesta que he oído suena como un animal moribundo.

Estiró su mano y presionó un botón. — ¿Quieres desayuno?
Lo miré fijamente y luego sacudí la cabeza. —No tengo hambre.
—Bueno, yo sí. ¿Por qué no vienes conmigo a la cafetería que está cerca?
—No creo que pueda soportar tu falta de habilidad para conducir temprano por la mañana. —le dije. Levanté mis pies por el lado de la cama y los metí en mis pantuflas, arrastrándome a la puerta.

— ¿A dónde vas? —Preguntó.
—Voy a vestirme e ir a clase. ¿Necesitas un itinerario mientras estoy aquí?
Gemini se estiró y luego caminó hasta mí en sus bóxers. — ¿Siempre eres tan temperamental o ese malestar disminuirá una vez que creas que no estoy creando algún elaborado plan para meterme en tus pantalones? —Sus manos sujetaron mis hombros y sentí sus pulgares acariciar mi piel al unísono.

—No soy temperamental.
Se inclinó me susurró en mi oído. —No quiero acostarme contigo, Pidge. Te aprecio demasiado.

Pasó junto a mí para ir al baño y me quedé allí, aturdido. Las palabras de Satang se repetían en mi mente. Gemini Norawit dormía con todas; no pude evitar sentirme deficiente al saber de qué él no tenía ganas de intentar dormir conmigo la puerta se abrió de nuevo y Phi Nanon entró.

— ¡Arriba, arriba, levántate! —Sonrió, bostezando.
—Te pareces a tu madre, Phi Nanon . —me quejé, rebuscando en mi maleta.
—Oh… ¿alguien no durmió bien anoche?
—Él apenas respiró en mi dirección. —le dije
Una sonrisa  iluminó el rostro de Phi Nanon. —Oh.
— ¿Oh, qué?
—Nada. —dijo él, volviendo a la habitación de Phi Ohm.

Gemini estaba en la cocina, tarareando una canción al azar mientras cocinaba huevos revueltos. — ¿Estás seguro que no quieres desayunar? —Me preguntó.

Phi Nanon y Phi Ohm entraron; Ohm tomó dos platos del gabinete, sosteniéndolos mientras Gemini servía una porción en cada uno. Ohm puso los platos en la barra, él y Phi Nanon se sentaron juntos, satisfaciendo el apetito que probablemente gastaron la noche anterior.

—No me mires así, Ohm. Lo siento, sólo que no quiero ir. —dijo Phi Nanon.
—Bebé, la Casa tiene una fiesta de parejas dos veces al año. —dijo Phi Ohm mientras masticaba—. Aún falta un mes. Tendrás tiempo de sobra para encontrar ropa y hacer todas esas cosas que te gustan.

—Lo haría, Ohm… es muy dulce… pero no voy a conocer a nadie allí.
—Muchas de las personas que estarán no conocen a los demás —dijo, sorprendido por el rechazo.

Él se dejó caer en su silla. —Las chicas perras de la hermandad son invitadas a esas cosas. Todas se conocerán entre sí… será extraño.

—Vamos, Non. No me obligues a ir solo.
—Bueno… ¿tal vez podrías buscar a alguien para que invite a Fourth? — Dijo él, mirándome y luego a Gemini.
Gemini levantó una ceja y Ohm negó con la cabeza.

—Gem no va a fiestas de parejas. Es algo a donde llevarías tu novia o novio… y Gemini no… ya sabes.
Nanon se encogió de hombros. —Podemos conseguirle a alguien.
Entrecerré mis ojos en su dirección. —Te puedo escuchar, sabes.
Phi Nanon puso cara de inocente.

— ¿Por favor, Fourth? Vamos a encontrarte un buen tipo que sea divertido e ingenioso, y podrás asegurarte que sea guapo… ¡te prometo que pasarás un buen rato! Y, ¿Quién sabe? Tal vez hasta se lleven bien.

Gemini lanzó el plato al fregadero. —Yo no he dicho que no lo llevaría.
Puse los ojos en blanco. —No me hagas ningún favor Gemini.
—Eso no es lo que quise decir, Pidge. Las fiestas de parejas son para chicos con novias, y todo el mundo sabe que yo no hago eso de novias o novios. Pero no tendré que preocuparme de que tú esperes un anillo de compromiso después.

Phi nanon hizo un ojitos de perrito. — ¿Qué dices Fourth?
— ¡No me mires así! —Me quejé—. Gemini no quiere ir, yo no quiero ir… nosotros no seremos muy divertidos.
Gemini se cruzó de brazos y se apoyó en el fregadero. —Yo no dije que no quería ir. Creo que sería divertido si los cuatro asistimos, —se encogió de hombros.

Los ojos de todos se centraron en mí y yo retrocedí. — ¿Por qué no pasamos el rato aquí?
Phi Nanon y Phi Ohm se inclinó hacia adelante. —Porque tengo que ir, Fourth. Soy un estudiante de primer año; tengo que asegurarme de que todo pase sin problemas, que todo el mundo tenga una cerveza en mano, y cosas así.

Gemini cruzó la cocina y envolvió el brazo alrededor de mis hombros, tirando de mí hacia él. —Vamos, Pidge. ¿Quieres ir conmigo?

Miré a Phi Nanon, luego a Phi Ohm y, finalmente, a Gem. —Sí. —suspiré.
Sentí la mano de Phi Ohm en mi espalda. — Gracias, Fourth. —dijo.

Beautiful Disaster (Geminifourth)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt