Mi pasión por la ingeniería civil: una historia de arte, ciencia y sociedad.

Testimonio personal de los retos,de estudiar una carrera apasionante.

Hola, me llamo Jorge y soy estudiante de ingeniería civil. Quiero contarles cómo esta carrera ha cambiado mi vida y mi forma de ver el mundo.

 Desde que era niño, me fascinaban las construcciones: los puentes, los edificios, las carreteras, las presas. Me preguntaba cómo se hacían, qué materiales se usaban, qué principios se aplicaban. Soñaba con ser parte de esos proyectos que transforman el paisaje y mejoran la calidad de vida de las personas.

Por eso, cuando terminé el bachillerato, no lo dudé: me inscribí en la facultad de ingeniería civil. Sabía que era una carrera exigente, que requería de mucha dedicación, disciplina y pasión. Pero también sabía que era una carrera apasionante, que me permitiría desarrollar mi creatividad, mi capacidad de resolver problemas y mi espíritu de colaboración.

Y así ha sido. Durante estos años, aprendió muchas cosas: matemáticas, física, química, mecánica, hidráulica, geotecnia, estructuras, topografía, urbanismo, medio ambiente. He hecho prácticas en laboratorios, en obras, en oficinas. Trabajó en equipo con mis compañeros, con mis profesores, con profesionales del sector. He enfrentado desafíos, he cometido errores, he celebrado logros.

Pero sobre todo, he descubierto que la ingeniería civil no es solo una ciencia o una técnica. Es una forma de arte, una forma de expresar mi visión del mundo, una forma de contribuir al bienestar de la sociedad. Es una forma de dejar mi huella, de hacer historia, de crear un legado.

Estudiar ingeniería civil ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. No ha sido fácil, pero ha valido la pena. Me siento orgulloso de ser parte de esta profesión, de esta comunidad, de esta familia. Y estoy seguro de que el futuro me depara muchas oportunidades, muchos retos, muchos sueños por cumplir.

Gracias por escucharme. Este es mi monólogo, esta es mi historia, esta es mi pasión.