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—Juanjo ha estado evitándome durante un tiempo ¿Sabes algo?–
Abril miró a todos los lados sorprendida.
—¿Por qué voy a saber algo yo?–
—Juanjo lleva hablando contigo desde que vino y se nota que habláis de muchas cosas. Su actitud es distinta.–
Abril suspiró cerrando su agenda y levantándose para ponerse a la misma altura que el chico.–Martin, yo no puedo contarte de lo que he hablado con el, igual que no puedo contar de lo que hablo contigo. Pero si algo te inquieta ¿Por qué no hablas con él directamente?— Abril tenía razón, hablar con el era el camino fácil pero Juanjo llevaba desde el día que durmieron juntos sin dirigirle la palabra. Suspiró y se despidió saliendo de la academia.–

¿Todo esto era por el tema de Hugo?
¿Estaba enfadado por Dídac?
¿Denna y el no se hablaban de verdad?

—Ya estoy en casa.–Cerró detrás de el, no había nadie. Suspiró y se quito las zapatillas dejándose caer al sofá, justo después se escuchó la puerta abrirse, era Juanjo.—¡Juanjo! Necesito hablar contigo...—Se quedó callado al ver al chico con un perrito en brazos.—¿Juanjo?—
—Coge al chucho por dios...Lo he visto en la calle y...Me ha dado mucha lástima—Juanjo se sorbió la nariz y dejo al animal en brazos del vasco, el perro estaba bastante sucio, flaco y tenia algunas heridas.—No te encariñes, lo lavamos le damos de comer y buscamos una casa para que se quede...Recuerda que soy alérgico.–Juanjo bajo la mirada al suelo, se sentía mal porque sabia que a Martin le encantaban los animales, suspiró y se fue al baño.–

—¿Juanjo? Necesito hablar contigo...—Miró al perrito y le acaricio despacio, se sentó en el suelo y vio al animal a los ojos buscando un buen nombre.—¿Mac risas?—Sonrió al recibir lamidas del perrito.–
El maño no podía parar de rascarse la nariz y los ojos, abrió la ducha con agua caliente. Eso le ayudaría a calmar la alergia.

Martin dejó un cojín con mantas en el suelo de su habitación para dejar al perro dormir, hizo algunos ejercicios de repaso y estudio el guion de esa semana. Frustrado aún por su mejor amigo se decidió que si el maño no buscaba momento para hablar sería el mismo el que obligaría a Juanjo a buscar un hueco para hablar. Se dirigió al baño y abrió la puerta en silencio, el cristal del espejo estaba empañado, el calor que desprendía el agua de la ducha hizo que suspirará, cerró y se quedó de pie respirando nervioso pensando en lo que diría.
—Juanjo...—
—¡¿Martin qué haces aquí?! Por dios que susto..¿Puedes esperarte? Termino de ducharme y ya te dejo.–
—¡Escúchame! Quiero saber porque me ignoras..—No recibió ninguna respuesta, rodó los ojos y se quedó mirando la pared unos segundos.—¿No vas a contestar?..–
—Martin, no te he ignorado—Juanjo cerró el grifo de agua al no escuchar a Martin decir nada, se asomó viéndole con intención de entrar a la ducha, frunció el ceño y cogió una toalla corriendo para taparse, con los mofletes colorados se quedo viendo a su amigo.—¿Por qué entras..? No somos novios ni nada así Martin—No podía mirar a los ojos al vasco.

—¿En serio? Juanjo quiero que me expliques que te pasa ¿Esto es por Hugo? Te prometo que no me creo nada de lo que dijo y no tengo intenciones de hablar con el de nada. ¿Es por qué me fui con Dídac y te deje solo? Perdóname...—Juanjo solo negó con la cabeza aún en silencio.—¿Juanjo que es entonces? ¡Contéstame!—
—Que no me pasa nada, ya está...Te estoy hablando ¿No era eso lo que querías?—
—Juanjo si no me contestas de verdad, te juro que cojo mis cosas y me voy a Getxo otra vez, no estoy para que me vacilen...—

Juanjo cerró los ojos y suspiró, abrió los ojos y bajo la vista hasta los de Martin, mordió sus labios nervioso y se atrevió a hablar.—¿Quieres saber que pasa? Bien, lo que pasa es que desde este verano que fui a Getxo no he parado de replantearme nuestra amistad.—Desvío la mirada, no quería ser así de directo.
—Mira, cuando volví empecé a enamorarme de un chico ¿Vale? Y me daba miedo que si te llegaras a enterar te fueras...Por lo que sea, creía que si no te contaba nada estabas mejor, pensando que era heterosexual a lo mejor hacia que estuvieras más cómodo.–

Martin sonrió de lado, con algo de tristeza y cogió la mano de Juanjo.—¿Por qué me iba a ir? Juanjo no te estoy entendiendo..—Juanjo frunció el ceño, sus mofletes se pusieron aun más rojos.
—¿Me estás vacilando?—Miró a Martin y bufó empujando de la mano del chico, este se acerco aun más haciendo que el mayor se pusiera más nervioso de lo que estaba. Sabia lo que quería, conocía muy bien al bohemio.—¿Vas a tardar mucho?—Martin sonrió cogiendo a Juanjo de la nuca y juntando sus labios de manera casi inmediata, bajo su mano hasta el pecho del maño, Juanjo solo acariciaba la mano de Martin que aún sujetaba desde hacia unos minutos.–
Abrieron los ojos al oir el timbre, Martin se quedó mirando al maño mientras este salía de la ducha casi corriendo sin mirarle. Oyó la puerta del baño cerrarse y suspiró, aprovechó y se empezó a duchar de fondo oía las voces de Bea y Juanjo.

—¿Bea podemos ver la serie en tu casa?..—
—¿Por? Juanjo Claudia ha quedado con sus amigas, no voy a fastidiarle el plan...—
—Hola Bea—Martin salió de la ducha con la ropa que Juanjo se había dejado ahí, el dueño de las prendas frunció el ceño y se sentó en el sofá.–
—Hola Martin ¿Qué tal?—Bea sonrió abrazando al chico.—¿Te quedas?—

Que pastelón - Juantin (OT3023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora