8. Dos piezas

31 7 0
                                    

-Estás loco -digo cuando abro la puerta. Está oscuro, pero la leve luz de la luna me permite verle esos hermosos ojos grises que tiene

-Es tu culpa -huele a whisky por todos lados- Si no hubieras comenzado con ese juego ahora yo estaría durmiendo en mi casa y no hablando con una loca como tu

-¡Loca yo! Que yo sepa no estoy borracha en la puerta de tu casa

-Si tu -confirma- Que me buscas, me besas y luego me desechas como si fuera un trapo

-Lo siento vale -grito- pero no puedo dejar que me hagan daño de nuevo

-También puedes confiar en mi -grita también

-Cuando confías le das la oportunidad a los demás de destruirte y eso es algo que no puedo darme el lujo de hacer

Abre la boca para responder y la cierra al instante. Se que lo he herido, su mirada de decepción lo confirma

-Entonces me voy antes de que vuelvas  a echarme -hace por irse y lo agarro del brazo

-Espera, yo...porque no... -lo suelto- Tienes razón, es mejor que te vallas

-Sabes que es lo peor de todo -me pregunta con una sonrisa triste- Ver como se acaba algo que nunca empezó

Da media vuelta y comienza a alejarse. No quiero que se acabe

Y que esperas idiota

Salgo corriendo del edificio, no puede estar tan lejos. Se que si dejo que se valla va a ser el peor error de mi vida.

Cuando lo tengo cerca mi cuerpo se estremece y el corazón se me quiere salir del pecho. No se que es lo que siento pero no quiero que acabe

Cuando salgo las calles están solitarias y una leve brisa mueve mi cabello

Se ha ido

El llanto se me acumula, nublándome la vista, el dolor me comprime el pecho

No voy a llorar

No me duele

Nunca paso nada

Respiro rápidamente conteniendo las lágrimas.

-Pensé que me querías lejos -dicen a mi espalda y me giro abruptamente. El alma me vuelve al cuerpo con la sonrisa que tiene en el rostro y corro a abrazarlo

-Disculpa si -le digo aferrada a su pecho- es que...yo..no se...yo

-Eh pequeña no pasa nada -me acaricia el pelo. Parece estar más sobrio aunque sigue apestando a whisky- Yo se que soy irresistible pero no tienes que llorar, ya estoy acostumbrado

-Que modesto -digo entre risas

-Lo se, y no sabes lo que me cuesta ser así.

-Oye -me separo para mirarlo a los ojos- Quieres subir y hablar un rato

-Señorita Russo está usted coqueteando conmigo -me dice en tono burlón- Porque de ser así, acepto su invitación con mucho gusto

-Oh para mi es un placer tener su presencia en mi casa señor Anderson -le sigo el juego

Subimos al ascensor y el ambiente cambia radicalmente. Las imágenes de mi oficina llegan a mi mente y sonrío por inercia

-Espero estes pensando lo mismo que yo, porque a mi no me gusta dejar las cosas a medias -susurra en mi oído erizándome la piel- y tu y yo tenemos algo que terminar

Me giro hacia el y todo mi cuerpo reacciona de inmediato y cuando digo todo mi cuerpo, quiero decir TODO mi cuerpo.

Trae un pullover negro y un pantalón, que se le ajusta en los lugares correctos, del mismo color.

No se si son ideas mías pero ese color lo hace ver mas sexi de lo que ya es

-No se a que te refieres -lo provoco

Al instante me jala a su pecho besándome cual lobo hambriento. Es tan salvaje y posesivo que no tengo ni quiero detenerlo.

Correspondo el beso con las mismas ganas sintiendo como todo mi cuerpo arde bajo su contacto. Me toma del pelo y me gira pegando mi cara contra la pared del ascensor. Siento su respiración pesada y la creciente erección rozando contra mi trasero.

-Siente como me tienes -su voz ronca me prende más aun haciéndome soltar un gemido

Las puertas se abren y me doy la vuelta para salir pero me agarra volviendo a besarme. De esa forma caminamos por todo el pasillo hasta llegar a mi puerta. La abro y vuelvo a besarlo. Sus labios son tan adictivos.

Siento mucho más calor dentro de mi cuarto, la ropa me sobra. Comienzo a desvestirlo y el hace lo mismo conmigo.

Que fácil eres hija

Ignoro todo tipo de pensamientos porque no puedo alejarlo de nuevo. Llámenme zorra pero lo estaba deseando

Caemos en la cama con besos cargados de deseo. Se dirige a mis pechos y desciende por mi abdomen repartiendo una serie de besos húmedos que me desesperan hasta que se detiene en el punto donde tengo una pequeña llama tatuada. Me mira con los ojos oscuros y se le forma una sonrisa.

Vuelve a buscar mi boca en lo que acaricia la cara interna de mis muslos. Juega con el elástico de mis bragas hasta que las corre por completo y acaricia mi clitoris. Mis jadeos mueren en su boca y arqueo la espalda cuando introduce dos dedos en mi interior

Lo hace de una forma tan experta que me pone al límite. Puedo sentir los espasmos precedentes al orgasmo, cierro los ojos y gimo más fuerte. Sus dedos se detienen y los remplaza con su miembro que entra en mi interior de una fuerte embestida.

-Joder -grito y empieza a moverse a un ritmo increíble

Abro los ojos y la vista es impresionante. Su torso parece esculpido por los mismísimos dioses y el sudor que corre por el hace que brille haciéndolo ver un ser maravilloso de otro mundo. El cabello se le pega a la frente dándole un toque  tierno pero sensual a su rostro

-Eres tan exquisitamente perfecta -gruñe en mi oído

Nuestros cuerpos son como dos piezas que encajan a la perfección

Estoy al límite y por la forma en que arremete con fuerza el también

-A partir de este momento tu cuerpo me pertenece -habla y es el detonador perfecto del orgasmo más placentero de mi vida

Continúa moviéndose con estocadas certeras hasta que se derrama y el líquido caliente empapa mi entrepierna

Apoya su cabeza en mi frente para recuperarse y tuvo razón en lo que dijo hace un momento

Mi cuerpo le pertenece

Solamente tú y yo Onde histórias criam vida. Descubra agora