Iba camino del altar, del brazo de mi precioso padre. Miré hacia los bancos llenos de gente que había a mi alrededor. Estaba feliz. Finalmente miré hacia donde se encontraba mi futuro marido, el hombre del cual estaba enamorada. Robert me miró con esos ojos tan marrones y me sonrió con esa sonrisa de lado tan brillante.
Durante esos instantes recordé el momento que nos conocimos ese día de sol radiante en la playa. No fue un flechazo, ya que yo no creo en el amor a primera vista, pero al tiempo de conocernos nos enamoramos.
Mi padre me dejó al lado de mi novio y se colocó en el lugar que mi madre le había reservado.
Pasaron los minutos y llegó el momento de dar el sí quiero. De repente, me entraron las dudas. ¿Estaba segura de lo que iba a pronunciar? ¿Estaba preparada o tal vez no?
- ¿Emily, estás bien?- Me preguntó Robert.
-No lo sé. -Tartamudeé.
Empecé a llorar, cogí la cola de mi vestido, y salí corriendo de aquella iglesia.
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En otra dirección.
RomanceEmily Darwin y Robert Burton tienen veinticinco años y son amigos de toda la vida. Por un giro del destino, se hicieron novios y al cabo de los años el le pidió matrimonio. Hasta el día de hoy. El mejor día de sus vidas. El día de su boda. Pero el a...
