The Great Peng of Sumeru [Xiaolumi]

Chapter 5: Welcome to Sumeru City

El viaje a la Ciudad de Sumeru fue en gran medida pacífico; los sonidos de los pájaros cantando y el ruido de las cascadas cercanas, rociando la piel de Xiao y Lumine con una niebla fresca y calmante de la vida, ya que el aire húmedo y cálido no dio paso a mucho enfriamiento, fue un respiro del asalto de Sumeru en ambos sentidos de Xiao y Lumine. A su favor, Xiao podía ver que Lumine lo estaba tolerando bastante bien, a pesar de su malestar evidente en el pliegue de sus cejas y el sudor que brillaba contra su piel, 'Creo que ella preferiría un clima templado, similar al de su tetera, o incluso Mondstadt... más que esta selva tropical', pensó Xiao mientras seguía a su amada por el camino hacia el imponente y sobrecogedor árbol en medio de Sumeru.

Solo recordaba historias de Sumeru, de mortales que se habían alojado en la Posada Wangshu, y las raras ocasiones en que Rex Lapis hablaba de mundos más allá de Liyue, 'Una nación construida sobre la sabiduría... y, sin embargo, no ha habido señales de Buer... y aquellos que han oído hablar de ella, nunca la han conocido... extraño...'

"Estás pensando de nuevo, ¿no?", la voz de Lumine sacó a Xiao de sus pensamientos mientras miraba hacia adelante, viendo los ojos de Lumine asomándose juguetonamente detrás de ella para mirar a su amado.

"Es...Buer; esto no es Mondstadt...su Arconte no ha abandonado la nación", explicó Xiao, acelerando el paso para caminar paso a paso junto a su esposa, "¿Por qué la gente no ha mostrado más preocupación por saber dónde ha desaparecido su Arconte? No tiene sentido".

"Eso es un poco extraño, estoy de acuerdo, pero cada nación en la que he estado tiene diferentes roles para sus Arcontes... algunos todavía tienen a sus Dioses en una gran parte de su sociedad, mientras que otros han decidido hacerse a un lado, podría ser que la Reina Menor Kusanali tenga un papel menor que la mayoría de los Arcontes en Teyvat", Lumine intentó razonar con Xiao, dándole cierta sensación de racionalidad a su mente.

"Entiendo, sin embargo, lo que me preocupa es su ausencia de todo... ningún mortal la ha visto por lo que soy capaz de discernir", continuó Xiao, observando delante de ellos como Paimon no se enteraba de nada, flotando delante de la pareja, divagando sobre comida o algo similar, "Incluso si ella tomó un papel que no la tiene delante de los mortales, que ninguno de ellos la conozca o la haya visto... es desconcertante".

"¿Es tan preocupante?"

"No estoy... muy seguro", Xiao se encogió de hombros, con la mente dándole vueltas a muchos escenarios diferentes, tanto buenos como malos, "Simplemente no estoy familiarizado con el concepto de que un Arconte no ayude a sus súbditos durante sus reinados, ya sea a través de medios no convencionales como el Arconte Anemo o guiando a su gente, como lo hizo una vez Rex Lapis".

Lumine se rió entre dientes, extendiendo la mano para tomar la mano enguantada de Xiao, entrelazando sus dedos mientras sus ojos se encontraban con los de él, "Verás cosas en este viaje que probablemente nunca antes hayas visto, y está bien estar confundido, quiero decir... nunca has dejado Liyue antes, ¿verdad?"

Las cejas de Xiao se fruncieron, "Estoy... seguro de ello".

Lumine parpadeó hacia él, "¿Lo estas? Pareces confundido".

Xiao suspiró, apretando la mano de Lumine para tranquilizarla, "Está bien, he vivido una vida larga... al igual que tú, y con eso a veces tiendo a olvidar que la tierra de Teyvat ha cambiado mucho".

"Así que es posible que hayas estado aquí antes", dijo Lumine, sin ser cuestionado como uno podría suponer.

"En efecto", asintió Xiao, confirmando su afirmación, "no reconozco esta tierra pero... hay algo familiar en el aire".