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Día 3 de 50.

"¡¿Otra vez se fue?!" Yoongi gritó del enojo al encontrar vacía la habitación del príncipe Jeon, golpeó la mesa que estaba en el centro de ese cuarto, partiendola en dos y maldiciendo al ver cómo las flores que estaban en el jarrón sobre la mesa, se apagaban porque ya no tenían la tierra que las mantenía vivas y brillantes. "Oh, carajo..."

En Cataratas del Paraíso, dos seres compartían un lindo día bajo los rayos del sol.
Taehyung le mostraba cómo los habitantes de ahí, sobrevivían sin afectar a la naturaleza, cómo sus tesoros más preciados eran los jardínes y no las joyas que se encontraban por todas partes.

De pronto, la hermosa sonrisa que invadía el rostro del hada, desapareció, intercambiada por dolor. Taehyung llevó su mano a su pecho, sintiendo cómo su corazón dejaba de latir y cómo sentía que le dolía el alma. Jungkook, preocupado por el rubio, lo tomó en brazos y llamó a Hoseok, quien llegó rápidamente a ellos dos, sostuvo a Taehyung y lo examinó.

"Las flores..." aquellas dos palabras bastaron para que Jungkook se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.

"¡Maldición!" Jungkook salió corriendo mientras maldecía en voz alta, dirigiéndose a su reino, donde iría rápidamente por aquellas malditas flores.

Sus piernas dolían, estaba muy lejos de la orilla, pero no se rindió, no dejó de correr, ni aún cuando calló al suelo y se torció el tobillo, ni aún cuando las alturas le aterraban, siguió y siguió corriendo hasta llegar a la orilla, donde pasó sin ser cuidadoso por el puente y siguió hasta su castillo. Las personas lo saludaron con lindas sonrisas pero él ni se detuvo a corresponder, sólo importaba una cosa, y esa cosa era Taehyung.

Al llegar a su habitación, vio a Yoongi acomodando las flores en otro jarrón que no era el suyo.

"¿Qué demonios hiciste?" caminó hasta Yoongi, quien hizo una leve reverencia. "¡Responde!"

"Al no verlo aquí... Accidentalmente rompí su mesa, y con ello calló el jarrón junto con las flores. La mesa fue remplazada, pero las flores dejaron de brillar, entonces fue que pedí que trajeran otro jarrón con tierra de la misma que usted había usado." se hizo aún lado y mostró a las flores, estas estaban volviendo a brillar, y eso hizo sentir mejor a Jungkook, quien se dejó caer al suelo, había corrido demasiado y todo le dolía. "Lo lamento, ¿ha vuelto a ocurrir algo?" preguntó Yoongi mientras se acercaba a ver cómo se encontraba el príncipe. "Por dios, ¿corriste de allá hasta acá? Sí que estás demente."

Yoongi y Jungkook rieron al mismo tiempo, el capitán ayudó a levantar a Jeon, quien rápidamente tomó el florero.

"Me tomaré un descanso."

"¿Un descanso?"

Jungkook asintió, antes de abrir la puerta volteó a mirarlo.

"Taehyung y yo buscaremos la solución para ese agujero, tú encargate de cuidar del reino, por favor." dicho esto, salió de ahí.

Yoongi quedó parado ahí unos segundos, sumido en sus pensamientos, cuando siente la presencia de alguien, ese alguien que lo hizo sonreír inconscientemente.

"Hoseok, que bueno volver a verte." dio media vuelta, esperando encontrarlo, pero no vio nada, hasta que sintió unas manos sobre sus ojos, y unos labios cerca de sus oídos que le susurraron.

In another lifeWhere stories live. Discover now