❝Tu eres mi gravedad.❞
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Aunque el mundo nos ha mantenido separados, esta atadura
a ti te seguirá a través de la noche
esta atadura a ti la sostendrá con todas mis fuerzas
(narnia; pc - tlb)
(edmund × Oc)
Historia por:@AfterDay...
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LLAMAS NARANJAS bailan en los ojos de Lucy mientras observa el fuego. Desde el otro lado del fuego, su mirada es atenta y llena de fascinación, casi como si estuviera esperando que le contara una historia. A su lado, Trumpkin usa una piedra para afilar su daga. De vez en cuando, examina los árboles circundantes como si los telmarinos pudieran aparecer espontáneamente en cualquier momento. A mi lado, Edmund está sentado en silencio, con una pierna doblada y levantada y el brazo apoyado en la rodilla. Con la otra mano, empuja los leños en llamas con un palo largo, lanzando una ola de chispas al aire.
"¡Ed!" Susan los regaña, apartándose del camino antes de que puedan aterrizar en su vestido y quemar agujeros.
Sonriendo tímidamente, mira a su hermana sentada al otro lado del fuego. "Lo siento", murmura. Con los labios apretados, la reina poco impresionada regresa a su lugar junto al fuego con un suspiro, alisándose el vestido a su alrededor.
Noto que Lucy se ríe en silencio de ellos dos. Luego mira al enano. "¿Cuánto tiempo crees que falta para llegar a los narnianos?" Ella pregunta.
Trumpkin baja la piedra y su espada. "Al menos otro día de viaje", responde, mirando a todos los reunidos alrededor del crepitante fuego. "Probablemente dos."
Lucy suspira con cansancio y vuelve a mirar el fuego. "Creo que mis pies podrían caerse antes de que lleguemos allí".
Incluso Trumpkin se ríe de eso.
La reina Susan, siempre la hermana maternal Pevensie sobre la que leí, nos insta a sentarnos y descansar lo más que podamos. Debemos levantar el campamento y salir temprano en la mañana para recuperar el tiempo que perdimos hoy lidiando con el oso negro.
Peter y Trumpkin desollaron al animal, para consternación de Lucy. Y cuando llegaron a nuestro campamento para cocinar la carne, me llevé a la joven reina a buscar fruta y más leña. Resultó que nadie estaba muy interesado en comer las tiras de carne cocida que Trumpkin preparaba, pero teníamos que hacerlo. Incluso si hubiera suficientes manzanas y bayas para todos, la fruta ciertamente no nos sustentaría adecuadamente durante el resto de nuestro viaje.
Sólo dos días más, pienso, tumbada de espaldas en el musgo. Dos días.
Mirando el manto de estrellas titilantes, mi mente se inunda de pensamientos preocupados: dónde está Caspian y si cree que estoy muerta; si él, Buscatrudfas y Nikabrik llegaban sanos y salvos a Dancing Lawn; si todos los narnianos se han reunido y han aceptado ayudar, o si lo matarán; si los telmarinos los encuentran antes que nosotros, y esta insurgencia terminará incluso antes de haber comenzado.
Dos días más, Caspian. Cierro mis ojos. Sobrevive.
