Parte 3

4 2 0
                                    

Durante el viaje, Ayumi se encontraba sentada junto a la princesa, cuyo nombre era Elysia. Elysia, con su vestimenta real, destilaba una elegancia que complementaba la serenidad del carruaje. Aunque Ayumi y Elysia eran desconocidas entre sí, la princesa mostraba una curiosidad amable hacia su escolta.

—Ayumi, ¿verdad? Un nombre peculiar y hermoso —comentó Elysia, sonriendo con delicadeza.

—Sí, princesa. Y Elysia es un nombre muy noble —respondió Ayumi, manteniendo la compostura.

Durante el trayecto, la princesa inició una conversación, buscando conocer más sobre la misteriosa guardiana que la acompañaba. Ayumi, con cautela y respeto, compartía detalles sobre sus habilidades y experiencia como aventurera. Elysia, a su vez, hablaba de su vida en el castillo y de las responsabilidades que conllevaba ser la heredera.

—Es interesante tener a alguien como tú acompañándome en este viaje. Aventurera, hábil y con una presencia tan única. —Elysia observó a Ayumi con curiosidad—. Me pregunto cómo será nuestra relación de aquí en adelante.

Ayumi, sin conocer completamente la naturaleza de su misión, estaba intrigada por las palabras de la princesa. Mientras el carruaje avanzaba por el paisaje, la interacción entre ellas evolucionaba de formal a una conexión más cercana.

Elysia, sintiendo la necesidad de romper la formalidad, preguntó con una sonrisa:

—¿Te molesta si dejamos los títulos de lado y simplemente hablamos como dos personas normales?

Ayumi se sorprendió por la propuesta, pero asintió con una leve sonrisa. La conversación se volvió más ligera y cómoda, permitiéndoles compartir anécdotas y risas. Elysia, al conocer la historia de Ayumi, expresó admiración por su valentía y habilidades mágicas.

—Tienes una historia increíble, Ayumi. Ser capaz de adaptarte a un mundo tan diferente, enfrentar desafíos y, sin embargo, conservar tu esencia. —Elysia expresó sinceridad en sus palabras.

—Gracias, princesa Elysia. Y, aunque mi historia es única, estoy segura de que cada uno tiene su propio viaje y desafíos.

El viaje continuaba, pero ahora la conexión entre Ayumi y Elysia se fortalecía. La confianza y camaradería crecían, superando las formalidades iniciales. La princesa, con su disposición abierta, permitía que Ayumi se sintiera más cómoda en su presencia.

El paisaje fuera del carruaje cambiaba gradualmente, y la misión se volvía más real con cada kilómetro recorrido. Ayumi y Elysia, enfrentando el desconocido juntas, compartían la incertidumbre del camino, pero la confianza entre ellas se convertía en un lazo crucial para superar cualquier desafío que pudiera surgir.

En el silencio del carruaje, Ayumi procesaba la revelación que Elysia acababa de compartir. La princesa, consciente de la turbación en la mirada de su escolta, rompió el silencio.

—Lo sé todo sobre ti, Ayumi. No es mi intención invadir tu privacidad, pero nací con la capacidad de comprender y conectar con las mentes a mi alrededor.

La sorpresa se reflejó en el rostro de Ayumi, pero la princesa continuó hablando con una calidez que buscaba disipar cualquier incomodidad.

—No te preocupes, Ayumi. Detesto las mentiras, y preferiría que siempre fuéramos sinceras la una con la otra. Así, nuestra relación será más auténtica.

Ayumi asintió, agradecida por la comprensión de Elysia. A partir de ese momento, la comunicación entre ambas adquirió una nueva dimensión de honestidad. Ayumi se sintió aliviada de poder ser ella misma sin temor a ocultar sus secretos.

La princesa, queriendo allanar el camino hacia una conexión más profunda, cambió la conversación hacia un tema más ligero.

—Ah, y hablando de sinceridad, ¿me permitirías acariciar a tu compañero, Kai? Parece un felino fascinante.

RENACER FUGAZWhere stories live. Discover now