Si estuvieras en ENHYPEN.

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Enferma. :v

Algo que era tan común en la vida de Gina era eso, enfermarse.

De probablemente todas las presentaciones que daba al año; en el 50% de ellas estaba enferma.

No era su culpa, sino de su sistema inmunológico, pero no podía hacer nada, solo aprender a vivir con eso.

Y hoy no era la excepción.

Tenía una fiebre horrible, y ni siquiera podía sentir la claridad de alguna luz porque se quería morir, por tal motivo, se encontraba encerrada en la habitación bajo muchísimas colchas que la protegían del "frío" que sentía.

Estando a punto de caer en un sueño profundo escuchó un ruido en la habitación, ocasionando que levantara la cabeza, divisando la silueta en la habitación.

—¿Jay? ¿Que estás haciendo?

—Es la hora de la pastilla.

—No quiero.

—No te pongas majadera, Gina.— regañó, extendiéndole su pomo de agua, –cabe destacar que tenía dibujitos de la princesa Mérida alrededor–, con una extraña expresión de enfado.

A regañadientes se tomó la pastilla, mientras Jay le intentaba tocar la frente para ver si ya estaba mejor, solo que nada más rozar piel con piel, —Estás hirviendo. Corre..— la destapó rápidamente,—... ve a bañarte, ahora te llevo las cosas al baño.

Gina se levantó lentamente, con una terrible cara de miserable, y a paso lento fue saliendo de la habitación para dirigirse al baño. Casi que cayéndose, pero en el fondo, queriendo sentir el agua tibia correr por su cuerpo.

No era la primera vez que esto pasaba, así que Jay había destinado el banquillo de madera del baño específicamente para los casos en los que Gina se había caído en el ducha, debido a su enfermedad. Así ella se sentaba bajo el chorro de agua y le caía directamente en la cabeza.

Remedio santísimo que le había dado la madre de la chica.

Mientras sentía el agua caer sobre ella, escuchó como Jay dejaba sus cosas en alguna parte del baño y luego salía para darle su privacidad.

Y minutos después, ya se sentía un poco mejor mientras veía un episodio de un anime que había empezado recientemente.

—Abre grande, Gina..... Así no, atiende, se me va a caer la comida.— Gina acercó su boca a la cuchara que Jay le estaba extendiendo, bastante concentrada en la pantalla del televisor.

—La estás malcriando de más, hyung.

—Tú también lo haces, Wonnie.— Jungwon frunció su ceño recostado al marco de la puerta por la respuesta que le había dado la chica. Park pasando de ellos e ignorándolos completamente.

—Ten, Jungwon. Lleva esto a la cocina.— le extendió el plato en el que segundos antes había estado la última cucharada de comida para Gina.

El menor haciendo caso a la orden de su hyung.

Su madre estaba literalmente del otro lado del mundo, e incluso, unas horas más atrás que ella.

Por eso Jay, intentaba rellenar esa ausencia, haciendo todo lo que podría hacer sentir a Gina en casa. Él sabía muy bien lo mal que se podía llegar a sentir la chica en estos momentos sin su familia, y lo fatal que se deprimía. Todos los miembros intentaban ayudarse entre ellos pero, en este caso, Jay prefería encargarse de ella.

Suspiró para apoyar su espalda levemente a la almohada, Gina rápidamente colocando su cabeza cerca de él para que le acariciara el cabello.

Quedándose dormida unos segundos después bajo el cuidado del chico.