I

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La manecilla del reloj marcó las ocho en punto.La campanilla de la puerta me saco de mis pensamientos.Respire profundo y acomode mi delantal.

Cappuccino sin crema.

Frappe de vainilla.

Espresso.

Latte de caramelo.

Americano sin azúcar.

Espresso doble.

Mire el reloj que marcaba las seis de la tarde.La cafetería cerraba comúnmente a las diez,era mi día de suerte ya que hoy cerraba a las siete en punto.

La gente había disminuido,solo quedaban pocas parejas en algunas mesas.Me senté frente a la barra y empecé hacer apuntes sobre algunos trabajos que habían dejado en la facultad.

Sentí un carraspeo a mi lado que me saco del trance.Solté el lápiz y mire a la persona que había interrumpido.

—Quiero un café con leche sin crema , por favor.—hablo mientras sus ojos me escaneaban de cuerpo completo.Levante la vista encontrándome con su mirada.Sus ojos eran cafeces y resaltaba sus cejas pobladas.

Quite la vista rápidamente al sentirme incómoda ya que el,ni yo dijimos ninguna palabra.Se sentó en la barra y observé como miro el cuaderno que unos minutos atrás estaba en mis manos.

Prepare su pedido y confirme que lo comería aquí ya que saco un pequeño libro.
Lo dejé frente el com cuidado .Me miró por unos segundos a lo cual respondí a su mirada y rápidamente la quito al a ver sido descubierto.

Maldecí miles de veces en silencio ya que no había llegado ningún otro cliente y los demás se ocupaban de sus mundo.Mientras yo sentía crecer más
la incomodidad con el pelinegro.
Quite esos pensamientos al pensar que era muy dramática y tal vez la rara era yo al sentirme tan observada.

Con un poco de disimulación me dediqué a observar al hombre.Era pelinegro,de piel morena,tenia pequeños lunares cerca de sus labios y ¡dios era jodidamente guapo!

—Tierra llamando a Olive—habló Alex haciéndome dar un brinco del susto

—¡Dios! Axel—lleve mi mano a mi pecho tratando de volver a la normalidad.

—A veces me pregunto como es que te desconectas del mundo —frunció el ceño y reí— Deberías de descansar esa mentesita tuya—apuntó con su dedo incide mi frente.

—Que es lo que quieres Axel.—mire al hombre que se mantenía centrada en el libro .Agarre mi cuaderno y comencé hacer garabatos.

—Tienes lo que te pedí—pregunto a lo que asentí en silencio.Agarre mi mochila y le entregue la memoria que contenía algunos trabajos.

—La próxima vez se un poco más responsable Axel,no siempre voy aceptar ser tu esclava para hacer tus tareas.

— Olive si me gustaran las mujeres.Te juro que te besaría en este puto instante.— Tomó mi cabeza y me dio un pequeño beso en la frente.

—Lo se Axel,ahora vete.—lo despedí con la mano a lo que lanzó un beso al aire.Reí y volví a la caja.

Siete en punto.

Sabia que no podía correrlo ya que sería de mala educación pero ¡dios!, no sabía el porqué tanta incomodidad mía.

Sobre sus manos leía "El túnel " un libro de Ernesto Sabato .Podia imaginarme que le gustabas esos autores, tal vez Albert Camus,Oscar Wilde,Kafka y podría también pensar en Nietzsche.

Salí de mis pensamientos al ver su mirada en mi, quite mi vista rápidamente al sentir que había notado mi mirada en el.
Mis mejillas empezaron arder así que decidí hacer empezar a guardar las utensilios.

Me agache frente recogiendo algunas chispas de chocolate hasta que carraspeo .

—Disculpa .— hablo y sentí un escalofrío al escuchar su voz ronca.

— ¿Si? — Me levante rápidamente del suelo , mareándome por la sensación.

– La cuenta por favor .

—Oh, si ,claro. —hable abruptamente.

Sabia que el no era de por aquí, por su acento latino.

—Son 10 dólares. — le extendí su ticket y sentí el roce sus manos con las mías haciendo suspirar pesadamente.

Estabas demasiado frías.

— ¿Te gusta?— pregunto el, alce la cabeza y vi como arqueaba la ceja. Fruncí mi ceño al no entender a que se refería.

— El libro — lo señaló — Vi como lo observaste por demasiado tiempo.

Asentí.

—¿Hablas español?—pregunto y lo único que pude hacer fue quedarme mirando su rostro.

Que estúpida.

Asentí varias veces.

— Si, soy  mexicana  .

— Yo soy de Uruguay. Me llamo Enzo .— Me tendió su mano, la observé unos segundo hasta que entendí que se estaba presentando.

— Yo soy Olive. —Acepte su mano sonriendo.

Lo observé unos segundos mientras nuestras manos seguían enlazadas.Entendí que ya había sido demasiado tiempo y me separé .

— Nos vemos luego Olive . — Sentí que algo en mi interior falló al escucharlo pronunciar mi nombre , respire profundo y trate de tranquilizarme.

— Hasta luego Enzo .

 𝘗𝘳𝘦𝘵𝘵𝘺 𝘣𝘰𝘺 | Enzo VogrincicWhere stories live. Discover now