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Es jueves por la tarde, y sus horas pintan para nada más que normales. Mirabella está finalizando un ensayo sobre la relación que puede existir entre las revoluciones sociales y la moral, en cómo el cambio de lo segundo suscita lo primero. Mira coloca el punto final y sonríe satisfecha, está hecho, ahora puede descansar unos minutos antes de continuar con la siguiente tarea.

Sin embargo, su descanso no llega a empezar porque alguien llama a la puerta. Suelta un bufido y se dirige a la puerta, y se asoma por la mirilla antes de abrir. No conoce al par de trajeados que la esperan del otro lado. Una mujer pelirroja y un hombre moreno.

—¿Qué se les ofrece? —pregunta a puerta cerrada, recordando los mil consejos que Frank solía darle cuando niña.

—Somos los detectives Laura y Hunter —se presenta la mujer—, ¿se encuentra la señorita Mirabella? Nos gustaría hacerle un par de preguntas.

Su corazón golpea sus costillas con violencia, y se toma unos segundos buscando tranquilizarlo. Es en vano. Abre la puerta.

—Soy yo.

—Buenas tardes, señorita Mirabella —abre la boca el varón—, estamos investigando la desaparición del joven Axel Villanueva, su concubina lo reportó desaparecido.

—¿Qué tengo yo que ver con él? —inquiere y se coloca la mejor máscara de indiferencia que tiene en su arsenal.

—La señora Areesha dice que no lo volvió a ver poco después del 13 de noviembre.

—¿Ajá? —Finge no entender el hilo de su razonamiento, espera engañarlos.

—Él dijo que la visitaría por su cumpleaños.

Mira baja el mentón una fracción de segundo para ocultar que aprieta la mandíbula, la relaja antes de subir. Los recuerdos amenazan con inundar su mente, consigue frenarlos a tiempo y comienza a negar con la cabeza.

—Él nunca vino —responde—; en realidad, no tendría por qué. Hace mucho que dejamos de ser amigos.

—La señora Areesha mencionó que una vez fueron pareja —interviene la pelirroja.

—Hace mucho tiempo.

—¿No han mantenido contacto cercano?

—Ni lejano —les aclara.

—Está bien, ¿podría indicarnos lo que hizo del 13 de noviembre al 17?

—No recuerdo si son días entre semana o algunos caen en el fin, si son lo primero mi rutina es simple: ir al IVB y regresar a casa, si son lo segundo... estar mayormente en casa o trabajar como niñera si se me requiere.

—Necesitamos que sea más específica —insiste la pelirroja.

—A lo mejor estuve en casa.

Hunter suelta un silbido y hace una mueca de irritación. Pues que se irrite, piensa Mira.

En el Corazón de la ÉliteWhere stories live. Discover now