𝐅𝐢𝐧𝐝 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐭 𝐒𝐮𝐧𝐬𝐞𝐭 |𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧|

20||ESPERANZA

"Si pudiera ver mi futuro,
quisiera verte en él"

AÑO 850
L E V I

Ninguno de esos mocosos es capaz de responder mi pregunta y a Yasmin tampoco le da tiempo de hacerlo porque justo llegan refuerzos de la guarnición y ella se va con ellos. Ni siquiera tengo tiempo para procesar lo que sentí cuando la volví a ver porque la legión aún tiene trabajo que hacer.

Nos toma todo un día deshacernos de todos los titanes que han quedado atrapados en Trost. La guarnición también ayuda pues hace uso de su artillería para acabar con una gran mayoría de esas bestias asquerosas.

Sin embargo, el trabajo más pesado siempre lo tenemos nosotros. Mi escuadrón de operaciones especiales. Hange no desperdicia el festín de titanes frente a ella y con el visto bueno de Erwin logramos atrapar a dos titanes, uno de cuatro y el otro de siete metros. Ya me imagino que estará como una niña pequeña con juguete nuevo.

Para el día siguiente empieza la etapa que sinceramente detesto más. La recuperación de los cuerpos para contabilizar las bajas que ocasionó esta invasión. No me gusta hablar del "hubiera" pero sé que si nosotros hubiéramos llegado antes esos números serían más bajos.

Es solo que no pudimos hacerlo. Estábamos demasiado lejos cuando nos dieron el aviso de que algo malo había sucedido en Trost. Incluso he llegado a considerar que el ataque fue premeditado pues al salir nosotros de expedición esa mañana, de forma inevitable íbamos a dejar al distrito sin defensas inmediatas. Yo no creo en las coincidencias y nadie puede sacarme de la cabeza que hubo cierta planificación del enemigo en el giro de estos acontecimientos.

Pero, ¿quién era el enemigo?

La única persona que podría tener información se encuentra encarcelado en una prisión subterránea de la policía militar. El tal Eren Jaeger podría ser la clave de todo. Es increíble creer que la legión depende de un mocoso para descubrir el secreto del origen de los titanes.

No estamos seguros de cuánto puede saber él o que tan valiosa es su información, pero no hay de otra. Erwin debe pelear por su custodia a cualquier modo.

El aire se pone pesado por el olor fétido y rancio que desprenden los cadáveres que empiezan a entrar en descomposición. Me ofrecí para ayudar con la limpieza, sin embargo solo me encargaron tratar de identificar y anotar los nombres de los cadáveres que vaya encontrando en el camino.

El riesgo de que pueda surgir una posible epidemia es muy alto así que todos, entre cadetes, miembros de la guarnición y otros voluntarios como yo es tomar medidas preventivas para evitar desastres mayores. Por eso todos estamos con guantes y pañoletas cubriendo nuestro cabello y rostro.

Ya han pasado dos días desde que la puerta fue bloqueada y no veo cuando llegará el momento en que ya no encontremos más cuerpos o partes de ellos. Esta limpieza se está volviendo interminable.

Observo mis anotaciones y tengo anotados en total los nombres de treinta y nueve personas. Hay otras seis personas aparte de mí haciendo lo mismo así que si debo adivinar quizás hayan alrededor doscientas personas que han muerto en combate.

Un número exorbitante que se tuvo que pagar para poder recuperar este territorio.

Detecto movimiento por mi lado izquierdo y me doy cuenta de que son dos mujeres de la guarnición que se encuentran llevando una camilla con dos cuerpos.