goodnight n go ― ariana grande.
uno de estos días perderás el tren,
y te quedarás conmigo.
tomaremos unas copas y hablaremos de las cosas,
y cualquier excusa para estar despierta con vos.
estaríamos genial juntos.
¿por qué tenes que ser tan lindo?
es imposible ignorarte.
¿por qué me haces reír tanto?
ya es bastante malo que nos llevemos tan bien.
enero de 2022.
buenos aires, argentina.
―Pipe ¿vos entendés lo retorcido y loco que suena que finjamos ser novios para que la piba esta deje de acosarte? ―él la mira entrecerrando los ojos.
―Si. ―contesta, alzando sus hombros. ―¿Por?
Aquella pregunta le saca una risa a Amelia.
―Ame, no es la gran cosa. Nos conocemos desde que somos chiquitos, va a ser re fácil. ―dice con una sonrisa, intentando convencer a la rubia. ―Aparte es un tiempo nada más. Después, cuando se estrene la peli, no te jodo más.
Ella lo piensa por unos instantes.
―Mirá, te lo pongo mil veces más fácil. ―la mira a los ojos fijamente. ―Me voy a España un tiempo a grabar, no nos vamos a ver, yo hago la mía y vos haces la tuya pero si la loca pregunta, estamos más juntos que nunca ¿dale? ―Amelia, con su metro sesenta, baja la mirada porque el puntín sucio de sus zapatillas le parece menos intimidante que los ojos azules de Felipe mirándola con una insistencia abrasante. ―Dale, Ame, hacelo por mí. Ayudame, por favor.
―¿Por qué la insistencia, Pi? ―pregunta ella, llevándose el pucho a la boca y recostándose sobre la pared. ―¿No le podes pedir a otra amiga o tengo que ser sí o sí yo?
―Es que con vos me siento cómodo. ―murmura. ―Pero aparte nos llevamos bien ¿no? Yo no podría fingir con otra persona porque...
―Sos actor, Felipe. ―dice Amelia, interrumpiéndolo. Felipe baja la mirada, como si alguien lo hubiera agarrado in fraganti.
―Pero no es lo mismo. ―se apresura a negar. ―¿Me vas a dar una mano o tan fiero soy como para que no quieras que te vean conmigo?
―Anda, no me quieras hacer la psicológica a mí. ―murmura, mientras hace una seña con el dedo índice, como negando.
―Nah, eso es imposible. Si vos estás mal de la cabeza...
―Eh, más respeto con tu novia. ―dice la rubia, rogando no sonrojarse. Él la mira con los ojos bien abiertos.
―¿Entonces sí? ―pregunta con emoción. Amelia rueda los ojos.
―Yo acepto, pero vos tenés que dejar de escuchar las boludeces que te dice Juani. ―una mueca de confusión aparece en la cara del ojiazul. ―¿Qué? ¿Te pensás que no sé que fue él el que te dio la idea? A vos no se te hubiera ocurrido nunca.
