Capitulo 5

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Mis ojos se abrieron y se volvieron a cerrar rápidamente al ver la luz que entraba por la ventana, espere unos segundo y los volví a abrir dejándome acostumbrar a luz nuevamente

Mi mirada se centro en el techo qué era lo más interesante para mi en estos momentos, entonces por fin gire mi cabeza hacia el costado y me quede viendo a aquella mujer que estaba aún costado de mi, desnuda bajo las sábanas blancas, los sucesos de anoche aparecieron en mi cabeza rápidamente haciéndome apretar los labios en una fina linia con algo de molestia, no era para menos, no podría decir que Delia era una maldita porque no era su culpa, yo era el maldito qué se dejó llevar por el dolor del pasado y que a mi pesar me encamine a su casa borracho buscando algo que me hiciera olvidar lo que había recordado en la noche de ayer en aquel bar, qué mientras tomaba demasiado recordaba a aquella chica de cabello negro y ojos del mismo color

Aun la odiaba

Aun la amas

Esta muerta

Como tu en vida

Me resfregue las manos por el rostro queriendo desaparecer en este instante, solo que la realidad no me la haría tan fácil, en el instante en que me senté en la cama desnudo buscando mi ropa que estaba tirada en el suelo, senti el cuerpo de Delia removerse detrás de mi, sabía que había despertado y su voz me hizo acertar en el hecho.

—¿Ya te vas?.

Gire mi cabeza solo un poco y la mire de reojo, Delia se había sentado en la cama, su espalda estaba apoyada en el respaldar y sus manos no dejaban caer la sábana que tapaba sus pechos
y su cuerpo entero. Deje de mirarla, agache la cabeza y estire mi brazo para tomar mi remera y mi pantalón, también aquel bóxer qué me lo puse rápidamente tapando mi culo de aquellos ojos fijos en mi. Sabía que Delia me estaba mirando, poco me importo que lo hiciera seguí vistiendome delante suyo dandole la espalda.

Como me odio en estos momentos.

El alchol fue el causante.

No, no lo fue, no puedo culpar al alchol de mis acciones, es por eso que me odio, ya había cortado relación con ella hace un mes, volví a sus brazos buscando olvidar a quien en verdad me taladra el corazón, use a Delia para mi propios problemas internos, y yo no era así ¿Qué me había pasado? ¿Qué había pasado con el Noah Stelee antiguo?.

Desaprecio cuando ella se fue.

Claro que lo hizo.

—Debo irme—mormuro sin mirarla

—¿No quieres desayunar?—soltó a lo bajo —Puedo prepararte tu café

El café que prepara Delia nunca sería como el de Jude.

—No—artículo —Desayunare en la empresa—agrego, sabiendo que no tenía que agarrarmela con ella —Bien, adiós.

Tome mi celular de la mesita de luz, rodie la cama sin mirarla hasta llegar a la puerta, pero para mi sorpresa, frene delante de aquella puerta y le hable sin mirarla.

—No...fue mi intención volver luego de un mes—expreso —No es mi intención tampoco usarte cuando a mi se me plasca

Por fin me giro y la miro, ella tenía su mirada hacia el frente sin mirarme se había quedado en silencio.

—Delia, estaba borracho, y se que no es excusa, para mi tampoco lo es, pero no entiendo porque siempre vengo aquí.

Ella giró su cabeza lentamente y me miró, una sonrisa triste se curvo en su boca.

—Es porque me amas—suspire como las tantas veces que ella me soltaba aquello —Y no puedes aceptarlo, es eso, siempre volverás a mi, aunque te niegues a aceptar la verdad de las cosas.

El Último Suspiro Where stories live. Discover now