IV

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"Lo siento, Luffy, no pude prometer mi palabra de casarme contigo y hacerte feliz... Ojalá que tú y tus hermanos me perdonen".

*Narra Law*

¿A ustedes no les pasa que, cuando regresan a un lugar que ya conocen después de tantos años y volver a ver a tus amigos y al amor de tu vida, se vuelva extremadamente incómodo? Pues, a mí sí. Habían pasado días, meses e incluso años para volver a dar la cara a todos mis conocidos, sin embargo, tuve que volver por asuntos personales míos.

-Mugiwara-ya... -llamé la atención de Luffy, mi antiguo amor... Aunque ahora que lo pienso, no está nada mal-.

-Ah, ¿pasa algo Torao? -preguntó y respondió a la vez-.

Luffy se me quedó viendo curioso, al parecer me estaba inspeccionando y... Dios, sus ojos negros, su pelo brillante y suave con el mismo color de sus ojos, su cicatriz debajo de su ojo izquierdo, su abdomen marcado; es perfecto.

-Torao, ¿estás bien? te noto un poco raro -Al escuchar esas palabras de preocupación hacía mi, no supe como actuar o qué decir- ¡Torao, estás rojo como tómate! -gritó alarmado-.

Yo solo pude tocarme la cara, y al tocarme sentí mi cara ardiendo- Mugiwara-ya... -repetí de nuevo y con la mano, que tocaba mi cara, tomé la mano de Luffy- Vámonos a otro lugar privado -mi cara estaba oculta por el sombrero que tenía puesto, aún así se notaba el rubor-.

-Bien -respondió en seco. Aunque hubiera aceptado, sentí mi corazón despedazarse en miles y miles de pedacitos. Me volví débil ante él-.

Yo y Mugiwara nos dimos la vuelta y empezamos a caminar. No nos importó si las clases empezaban dentro de 4 minutos. Solo caminamos. Nosotros dos. No sonaba nada mal.

Al llegar a un cuarto oscuro, que con el olor a humedad y polvo, no era de poco dudar que este era una bodega donde los conserjes recogían y dejaban las cosas de limpieza. Encendimos la luz y nos miramos fijamente. Podíamos escuchar los pasos rápidos de los estudiantes, las puertas de los casilleros, el sonido de la campana, gritos y otros más; pero no le dimos importancia. Después de largos minutos, el silencio abundó.

-Law... -me llamó, enterrando su vista hacía el suelo. Me asusté cuando me dijo mi nombre bien; Significaba que él estaba triste, enojado o tomando las cosas en serio- ¿Por qué te fuiste?

-Mugiwara-ya... -No sabía que decir, mis palabras estaban trabadas en mi mente y no salían de mi boca. Eso fue lo único que pude decirle- Perdón...

Continuará...

"𝓐𝓬𝓮𝓹𝓽𝓪" - 𝓛𝓪𝔀𝓛𝓾 -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora