Es la hora

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-Yuki, despierta – dijo Keiji mientras movía a Yuki- Como no te levantes, te levanto yo y te aseguro que no será para nada agradable – habló con firmeza.
-Que pesado que eres, acuéstate a mi lado, abrázame y vamos a seguir durmiendo los dos juntitos porfi- dijo Yuki sin abrir los ojos y levantando los brazos y separándolos para que Keiji lo abrace.
-Como me vuelvas a llamar pesado estás muerto ¿te ha quedado claro? – avisó Keiji.
-¿Qué hora es? – preguntó Yuki.
-Las 8:32 a. m – respondió Keiji.
-Aún podemos aprovechar para dormir, venga ven y abrázame – propuso Yuki.
-Solo un poco – dijo Keiji y suspiró derrotado.
-Una hora más – sugirió Yuki mientras sonreía aun con los ojos cerrados.
-Bueno, eres muy vago ni me has mirado en todo lo que llevamos de conversación.
-Es porque tengo mucho sueño, además, no ha sido una conversación sino una disputa por quien cedía antes frente al otro – sonrió Yuki abriendo los ojos y encontrándose a Keiji de brazos cruzados, dio unas palmaditas al colchón de la cama y Keiji captó lo que el otro le quería decir, así que, se acostó abrazando a Yuki.
-Ves que así se está mejor, cabezota – dijo Yuki.
-Como sigas te levanto y nos vamos – amenazó Keiji.
Yuki no respondió simplemente retomó su sueño y Keiji más tarde hizo lo mismo.

Unos golpes empezaron a sonar por toda la habitación.
-¿Qué son estos golpes? – preguntó Yuki mientras se sentaba en la cama.
-La persona que esté al otro lado de la puerta va a morir como siga dando golpes – aviso Keiji levantándose de la cama. Cuando abrió la puerta se encontró con Tokijiro y Reggina.
-¿Qué queréis? – preguntó de mala gana Keiji.
-Venía a avisarte que luego a las 19:00 pm os esperamos en la playa – habló Tokijiro.
-Vale – respondió Keiji.
-¡Ay, está Yuki también! ¡Me encanta!– gritó Reggina.
-Buenas – saludo Yuki poniéndose al lado de Keiji y este último le pasó su brazo por encima del hombro atrayendo a Yuki hacia él.
-Bueno pues ya lo sabéis, y entrenar bastante, pero descansar lo suficiente antes de las 19:00 pm.
Pasaron las horas, Keiji y Yuki entrenaron bastante, tanto que ya se hizo la hora de descansar.
-¿Te sientes bien? – preguntó Keiji
-Sí, ¿por qué? – preguntó Yuki.
-Solo pregunto- respondió Keiji.
-¿Estas seguro? – volvió a preguntar Yuki.
-Por supuesto – afirmó Keiji mientras le daba un abrazo a Yuki.
-Vale – dijo Yuki mientras apoya su cabeza en el pecho de Keiji.

-Keiji, Yuki os deseamos mucha suerte y, a por todas, más os vale que no os rindáis porque os quiero de vuelta- avisó Tokijiro.
-Vais a estar bien, seguro que sí, confío en vosotros y no os olvidéis que os tenéis el uno al otro – dijo Reggina.
-Yuki, Keiji creo que esto lo debéis de saber, hace tiempo que estoy informado sobre las personas paladines, como vosotros, y cuando se enfrentan a la prueba final, o sea, esta prueba, puede que no volváis a venir aquí sino ganáis, así que, más os vale ganar- dijo Tokijiro.
-Estas diciendo que…  ¿podemos morir? – preguntó Keiji con un nudo en el pecho, no podía hacerse a la idea de perder a Yuki, no quería y no podía.
-Sí, pero no os asustéis, sé de lo que sois capaces, además, no estáis solos, estamos con vosotros, toda la clase – respondió Tokijiro muy nervioso.
Yuki cabiz bajo suspiro, lágrimas amenazaban por salir de sus ojos, pero sintió que alguien le agarraba la mano y la entrelazaba junto a la suya. Él ya sabía quien era, se conocía perfectamente a la otra persona, alzó la cabeza y se encontró con Keiji, este le dio un abrazo sincero y cariñoso.
-No te va a pasar nada, todo va a salir bien confía en mi – dijo Keiji intentando tranquilizar a Yuki.
-No nos va a  pasar nada, Keiji, a ninguno de los dos – corrigió Yuki correspondiendo el abrazo.
-¡Yuukiii! ¡Más vale que vuelvas,  te queremos mucho! – dijo Diane.
-¡Eso! – dijeron las chicas al unísono mientras abrazaban todas juntas a Yuki  y empezaron a llorar todas, Yuki incluido.
-Chicas, estaremos bien y lograremos ser paladines – sonrió Yuki limpiándose las lágrimas de su cara.
-Confiamos en ti – dijo Lily y por ello, Yuki sonrió.
-Chicos, prometerme que haréis vuestro mayor esfuerzo, será duro, pero sé que podéis con todo y recordar “ si uno no puede por su cuenta, alíate con las personas de tu entorno y ganarás “ esa es una de las frases que solía repetir  mi abuelo ¡mucha suerte! – aconsejó Reggina  a la joven pareja y los abrazó.
- Ya es la hora, chicos – habló Tokijiro rompiendo el abrazo de Reggina y la pareja.
-Recordar que volveremos y seremos más fuertes que nadie – avisó Keiji.
-Eso ya lo veremos, yo también entrenar durante este tiempo – retó William.
-Me parece perfecto – dijo Keiji sonriendo.
Los escalones creados por la Luna y la gran puerta aparecieron Yuki y Keiji subieron hasta el último escalón rosado. La Luna cada año abre una nueva puerta para cada pareja de paladines, esta puerta es el último desafío para convertirse en paladines.
-¡Mucha suerte! – gritaron todos antes de que entre  por la puerta la pareja.
-¡YUKII! ¡Recuerda que sin ti no habríamos podido llegar en donde estamos! – gritó Diane.
-¡Sí! ¡ También recuerda los buenos momentos que pasamos! – gritó Lily.
-¡Y que si no fuese por ti, yo no habría encontrado el grupo de amigos que siempre deseaba! – gritó Mai.
- ¡Tampoco olvides que te queremos y que siempre estaremos allí y para ti, no importa qué o quién sea! – gritó Ena.
-¡Os quiero chicas! – gritó de vuelta Yuki.
Keiji agarró la mano de Yuki, miró de reojo a sus profesores y compañeros y  abrió la puerta entrando junto a Yuki.

Bajo la luz de la LunaWhere stories live. Discover now