Capítulo 2

8.8K 662 701
                                    

Cuando finalmente me digné a salir del baño, Enzo estaba durmiendo.

Suspiré aliviado pensando en que al menos, así no tendría que fingir que no me moría de la vergüenza por haber reaccionado de esa manera, minutos antes.

Ya me había secado el cabello, así que lo único que me quedaba por hacer, era acostarme y dormir. Sin embargo, no pude conciliar el sueño. Seguía pensando en lo que había pasado y seguía tratando de encontrar una respuesta a mi comportamiento. Vamos, no era la primera vez que veía a otro hombre semidesnudo, incluso había visto a Juani en toalla horas antes, pero ahora había sido... diferente. No se trataba de cualquier hombre. Era Enzo, el tipo que me ponía de los nervios cada vez que estaba cerca mío, aunque ni yo sabía porqué.

Esa noche apenas pude pegar un ojo. Me la pasé dando vueltas en la cama y mirando en dirección a Enzo cada cierto tiempo, para ver si se despertaba o se movía, pero no lo hizo ni una sola vez. Estaba de frente al techo y dormía plácidamente. Sus párpados se encontraban cerrados y sus largas pestañas reposaban sobre sus mejillas, tenía los labios entreabiertos, pero no llegaba a verse gracioso, sino más bien... atractivo. Tenía un brazo doblado por detrás de la cabeza y el otro extendido sobre las sábanas. Transmitía paz, más que nada, pero por alguna razón, me hacía sentir inquieto. Me angustiaba la idea de que creyera que era un pervertido o algo así y terminara alejándose de mí.

Estuve horas enteras divagando en esos pensamientos, así que apenas dormí un par de minutos, antes de volver a despertarme. Aproveché que era temprano y me vestí rápido para bajar a desayunar. No me atreví a despertar a Enzo porque se veía bastante cómodo dormido y siendo completamente honesto conmigo mismo, no tenía ganas de volver a hacer el ridículo frente a él.

Me agradaba su compañía más de lo que me gustaría admitir, pero ya había tenido suficiente de nuestros momentos incómodos.

—¿Vos no vas a comer nada? —preguntó Fran— Mirá que la próxima semana, vas a extrañar la comida, eh.

—No tengo hambre —respondí, encogiéndome de hombros.

—¿Estás bien? Te ves... mal —comentó Agus, mirándome preocupado.

—Estoy cansado. No dormí muy bien anoche.

—¿Pasó algo? 

No tenía ganas de tocar el tema con ninguno de ellos, así que me limité a negar.

—Solo estoy cansado —repetí.

Agus no parecía muy satisfecho con mi respuesta, pero no tuvo oportunidad de insistir, ya que Fran lo distrajo con su conversación sobre lo emocionante que había sido conocer a Daniel. Yo me dispuse a comer para evitar otro interrogatorio, mientras los escuchaba hablar sobre lo ansiosos que estaban por comenzar a grabar la película. Yo también lo estaba. Tenía muchísimas ganas de poner mi cuerpo y alma en Roberto Canessa, de estar a la altura del héroe que era y seguir dando a conocer su legado a las nuevas generaciones. Aunque debía admitir que parte de mi ilusión, se debía a trabajar en un proyecto tan grande y prometedor, y como si fuera poco, con un elenco realmente bueno. Los pibes me caían super bien y creía que compartir una experiencia así con ellos, sería de lo más memorable.

En ese momento, no había dimensionado todavía que eso implicaba ver a Enzo todos los días por los próximos seis meses. Solo cuando lo vi acercándose a nuestra mesa, fue que me di cuenta de lo jodido que estaba.

—Buenos días, chicos —saludó con una de sus perfectas sonrisas.

Me encogí instintivamente, como si de esa manera pudiera hacerme invisible a sus ojos. Me apresuré a beber de mi mate y lo ignoré, esperando a que lo dejara pasar.

Red Light [Enzo x Matías +18] Where stories live. Discover now