Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Los ojos verde océano de Ellie escanean sus alrededores, observando a los guardias que patrullaban las afueras de la aldea. Había al menos una docena de ellos y parecían estar fuertemente armados como había prometido Lyn. Algunos mantenían una vigilancia atenta, pero la mayoría charlaban descuidadamente entre sí.
Todo el grupo de Jackson permaneció perfectamente escondido en las sombras del bosque justo al lado del pueblo. Habían elegido llegar al anochecer, a la hora exacta en que el sol acababa de ponerse, perfecto para permanecer eclipsados en la sombra pero con suficiente luz para navegar por la ciudad desconocida.
Joel levanta ligeramente la cabeza del arbusto detrás del cual él y Ellie estaban escondidos, mirando a los demás a los ojos mientras hacía una señal. Todos asintieron en respuesta silenciosa mientras preparaban sus armas, algunos sosteniendo pistolas equipadas con silenciadores improvisados y Ellie con su fiel arco y flecha. Uno por uno, eliminan a cada uno de los guardias. Caen rápidamente al suelo, sin que ninguno tenga tiempo suficiente para reaccionar o hacer sonar la alarma de un ataque. En el momento en que el último se derrumba, Joel levanta una mano mientras hace una cuenta regresiva en silencio antes de indicarle al resto que se acerque rápidamente.
Ellie es la más rápida en llegar a la frontera de la ciudad, ya que dejó a un lado su arco y equipó su pistola semiautomática. Recordando la información que Lyn y Audrey le habían proporcionado de la conversación que escucharon por casualidad, recorre rápidamente el pueblo mientras sus ojos buscan una casa de ladrillos con una entrada de metal. La mayoría de los edificios parecían estar parcialmente construidos con un exterior de madera, pero si su información era correcta, te mantenían en una especie de matadero.
Mientras recorre la mitad de la ciudad, Ellie llama la atención de otro compañero que señala un edificio de bloques de cemento marrón custodiado por dos ciudadanos con rifles de caza. Ella escanea la escena antes de apuntar con su arma hacia ellos, sus disparos precisos silenciados por un silenciador. Ambos guardias caen casi de inmediato, dándole a Ellie la oportunidad de correr hacia la entrada. A ella se une un niño llamado Levi para ver la puerta del matadero cerrada con un pesado candado. Le indica a Levi que retroceda antes de apuntar con su pistola y romper la cerradura.
