12| Enfrentarse

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-Vas a tener que hacer tres pruebas para poder quedarte en el reino-dijo el Rey.

¿Tres pruebas? Pensé en mi cabeza, me lo esperaba mucho peor, pero bueno.

-¿Cómo? ¿Qué tres pruebas?-dije con cara de sorprendida.

El Rey y toda la gente en la sala se me quedó mirando.

-Te desvelaremos la primera en un momento en el día que yo decida-dijo.

¿Encima tenia que esperar? Me tenía que preparar mentalmente para hacer las pruebas y todo, no era justo.

-¿Me puedo ir ya?-dije.

No me quería quedar mucho más, sus conversaciones me daban dolor de cabeza.

-No, veo que te lo has tomado un poco mal, pero te recuerdo que estás en nuestro reino sin estar invitada-dijo el rey acercándose a mi.

-Pero ¿qué no entendéis que me perdí? No quiero estar aquí, si me dieran una opción o algún camino para volver, volvería-dije,  y las lagrimas empezaron a bajar por mi cara,  pero las detuve secándomelas con mi brazo.

El Rey me miró sorprendido y enfadado al mismo tiempo, no creo que aceptara que alguien no quisiera estar en su reino.

-Guardias, llevadla a prisión hasta que la primera prueba empiece-dijo, y después me miró directo a lo ojos- y será dentro de poco.

Los guardias me cogieron de los brazos, intenté forcejear, pero era imposible, tenían demasiada fuerza.

Salimos de la sala y empezamos a pasar por una habitación y pasillos hasta llegar a la habitación del Rey.

Estaba todo igual, la diferencia era que tenía un cuaderno de dibujo en el escritorio.

Intenté ver que había dibujado pero los guardias me lo prohibieron así que tan solo giré la cabeza.

El otro guardia se fue y me quede con el amable de la otra vez.

Suspiré aliviada.

-La prueba será esta noche, todo el reino te estará mirando, la primera siempre es la peor, si pasas la primera, las de después son más fáciles, la Segunda siempre es las más fácil, tendrás que elegir adecuadamente eso si, la última es más de inteligencia no te puedo decir nada mas, lo siento-dijo el guardia.

Agradecía su información, pero eso me ponía más nerviosa, la primera prueba ¿ la más difícil? Estaba muy nerviosa.

-Muchas gracias, agradezco muchísimo  tu ayuda-dije.

Y después de eso procedimos a bajar las escaleras del infierno.

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2 horas después.

El camino había sido en silencio, no me apetecía hablar, no ahora, tenía que descansar para el laberinto.

Llegamos a la cárcel y todo estaba igual que el día anterior.

Como un desierto.

El guardia me llevó hasta la celda, dónde Audrey se encontraba mirando al techo, otra vez.

El guardia abrió la puerta y se despidió.

Al abrir la puerta, Audrey se levantó y me miro fijamente.

Nunca lo había hecho, ni siquiera casi me había hablado.

-¿Vas a tener que hacer las pruebas?-dijo.

Dudé en responder, no quería darle información ni hablar con ella pero no tenía otra opción.

-Si, voy a tenerlas que hacerlas hoy-dije.

EL REINO PERDIDOWhere stories live. Discover now