8. Me mudo a una mansión.

147 20 2
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Saber que mi padre era oficialmente Poseídon me destruyó de cierta forma, llevaba oficialmente dos semanas encerrada entre niños hormonales y niñas raras, con amigos en la cabaña de Afrodita que ahora me miraban como un bicho raro, excepto Silenna...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Saber que mi padre era oficialmente Poseídon me destruyó de cierta forma, llevaba oficialmente dos semanas encerrada entre niños hormonales y niñas raras, con amigos en la cabaña de Afrodita que ahora me miraban como un bicho raro, excepto Silenna, una chica curiosamente amable conmigo y sumamente cuidadosa al conversar.

Pero, en la nueva cabaña me sentía de cierta forma, sola. Antes tenía la oportunidad de pelear contra un niño de Hermes para que no se roben mis pertenencias, había sonido, había personas, había movimiento. En la cabina tres vivía sola.

Justo cuando había empezado a sentirme aceptada, a sentir que tenía un hogar en la cabaña once y que podía ser un chica normal – o tan normal como puede ser uno cuando se es mestizo – me habían separado como si tuviera alguna raraenfermedad de nuevo. Nadie mencionó el cancerbero (perro guardián del infierno), pero tenía el presentimiento de que era todo lo que decían tras mi espalda. El ataque había espantado a todo el mundo. Envió dos mensajes: uno, que era la hija del Dios del Mar; y dos, que los monstruos no pararían hasta matarme. Ellos podrían incluso invadir un campamento que siempre había sido considerado seguro.

Mi crisis me llevaba a una pregunta ¿Me odiaría ella por ser hija de su marido? "ella" la esposa de mi padre, la señora de las aguas. Digo, Hera odiaba a los hijos semidioses de su marido, odiaba a las madres de estos. Me imagino que la señora del mar odiaba de igual forma a toda semidiosa perteneciente de una mortal.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 18 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Perseia Jackson y los Dioses del OlimpoWhere stories live. Discover now