11: Memorias

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Gold: No te metas conmigo, niño

Fred: Ouch...

El pequeño azabache se sobó la mejilla golpeada. Jamás en su vida había recibido un golpe y no sabia como reaccionar ante ello, y aunque quería llorar del dolor, su orgullo se lo impedía.

Entonces, recordó cuando su mamá le dijo que si un niño buscaba una pelea, debía resolverlo hablando.

Fred: ¡Era una broma! ¡Lo siento!

El albino le miró fijamente, dudando de él.

Gold: No me gustan las bromas.

Fred frunció el ceño confundido e indignado. Él era el rey de las bromas pesadas y frente suyo estaba un niño que desconocía el significado de la diversión.

Fred: ¡Solo fue una broma! Es...¡divertido!

Gold: No le veo nada divertido poner un chicle en mi silla para que luego se quede pegado en mi trasero.

El azabache no pudo evitar reír al recordar lo que acababa de pasar en el aula. Apenas el rubio se levantó de su asiento todos empezaron a burlarse de él, ¡tenía un chicle en el trasero! Claro que era gracioso.

Lo que asustaba es que después de dos días de una intensa búsqueda, Gold al fin encontró al responsable de su desgracia. Era horrible que te dijeran "trasero de chicle" cuando ni te gusta el chicle o el trasero. Gold quería vengarse, y claro que lo hizo, he ahí el por qué del golpe.

Fred: ¡Perdón por eso! ¡No lo volveré a hacer!

Gold le agarra del polerón para acercarlo a sí mismo mientras no dejaba de mirarlo de una forma amenazante.

Gold: ¿Cómo me probarás eso?

Fred: ¡D-de verdad! ¡Perdón! ¡N-no lo volveré a hacer! ¡Suéltame por favor!

El pequeño rubio alza un brazo, le está mostrando su puño en forma de amenaza.

Gold: Si vuelves a meterte conmigo, te juro que te mataré. ¿Oíste?

Al azabache no le quedó otra alternativa que asentir varias veces con la cabeza, estaba asustado. Nunca nadie le había tratado así en su vida, tenía miedo. Sus padres jamás le castigaron de esa forma, en cambio a Gold sí, eso explicaba su comportamiento. Es un poco doloroso pensar que este niño solo repite lo que ha aprendido en su...¿hogar?

El pecoso lo soltó contra él piso de una forma brusca, Fred se levantó rápidamente con la intención de escapar pero...

Gold: Aún no termino contigo.

Fred: ¡Ah! ¡AH! ¡No! ¡Suéltame! ¡Para!

Gold le había agarrado de sus mechones para arrastrarlo hasta el baño, donde continuaría con la tortura.

Esto parecía ir más allá. No parecía ser que solo se tratase de la broma pesada de Fred.

Simplemente era Gold, desahogándose de toda su furia con este niño porque toda su vida se había convertido en una basura desde que su madre se acostó con un hombre casado, desde que nació. Luego de vivir en un constante abuso por culpa de su abuelo dentro de esa mansión...solo sentía ira. Por eso, tan solo una pequeña molestia en su vida lo hacía explotar...justo como ahora.

[ 💔 ]

Tuvo una pesadilla, otra vez.

A estas alturas, ese cruel recordatorio de no merecer al chico que le gusta ya era lo usual, lo de su día a día. Además, ahora mismo tenía otras preocupaciones.

"Cómo conquistar chicas. By: Fred Fazbear" || GoldxFred || FNAFHSWhere stories live. Discover now