Capítulo 13

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Habia llegado al campamento mestizo, no quería darle explicaciones a nadie sobre a donde yo iba, pero aunque se los diga ¿me creerían? No lo se, y no me importa. No me importa si para cumplir mi venganza debo matar a todos, porque soy capaz de hacerlo, todo sea por Luke.

Fui a la armería del campamento, tome un espadon y me fui directo al yunke, los demás me veian lo que hacían y murmuraban cosas sobre mi.

- ¿que esta haciendo Ricardo?
- No lo se, desde la muerte de Luke ha estado raro.
- Todos sufrimos por su muerte, Ricardo era el más cercano a él.
- ¿No creen que ira a hacer una locura? ¿Verdad?

No les mire, no tenía el ánimo para pelear con ellos, tome el martillo y comencé a darle golpes a la espada mientras mi brazo derecho hacia presión en la hoja, lo que yo intentaba era darle algo de mi poder al arma y quería que fuera efectiva contra los demon7ios.

Estuve haciéndolo por casi 20 minutos de golpes y de darle poder, mi energía casi se acaba y cuando quise levantarme por poco me caigo y un dolor de cabeza se apoderó de mi. Era lo mismo de siempre, el dolor de cabeza y las voces.

- Acéptalo, no puedes salvar a nadie. Todos murieron por tu culpa, eres un asesino.

Ignore aquellas voces, tome una funda para el espadon y lo guarde en él, lo puse en mi espalda y sali de la casa de hefesto para irme al campo de entrenamiento de las cazadoras de Artemisa, quería encontrarme con Carol y entregarle una carta para que se lo de a Artemisa junto a un anillo que estaba en el sobre.

- Luke murió por tu culpa, por tu culpa casi todos los campistas murieron, ya nadie confía en ti, eres el hijo de un monstrou, un asesino y tu eres igual.

Para mi desgracia no estaba Carol allí, sino que Zoë, de todas las personas que quería encontrarme ella era la menos indicada, no niego que sea una chica linda pero esa actitud de culo que tiene deja mucho que desear.

- Zoë. -llame a la chica, ella dejó de hablar con algunas cazadoras y dirigió su mirada hacia a mi, su expresión era una de asco y odio, no lo negare yo también me tendría asi por ser hijo de Satanás.

- Habla, hombre. -un tic estaba en mi ojo, no tenía ganas de pelear contra ella, no.

Extendi mi mano con la carta a ella, me miro confundida por esto. - Entregale esto a Artemisa, por favor, necesito que ella lo reciba.

Le di la carta, ella me habló pero la ignore para irme del lugar, quería estar solo por un tiempo y poder encontrar una forma de ir al infierno bíblico, fui a la cabaña de Hades en donde toque la puerta y me abrió Hazel, ella sonrio y me abrazo con fuerza, correspondi al gesto y me dejo pasar en donde Nico salio de quien sabe donde.

- ¡Ricardo! -Nico estaba demasiado feliz, una sonrisa radiante estaba en su cara de emo- ¡Mira esto! -exclamo y de un momento a otro su cuerpo se puso negro y se fundió con las sombras que estaban en la cabaña hasta que apareció al lado de un pilar de la cabaña de Hades, mire esto sorprendido. - ¡Puedo correr en las sombras!.

- Impresionante. -admiti ante esto, ese tipo de poder es muy bueno y me alegra saber que Nico lo tiene por si llega a pasar algo.

Nos sentamos los tres, les hablé a los hermanos de que me iba a ir del campamento Mestizo por un tiempo indefinido, me exigieron saber porque me iba y les conté la verdad, de que iba a dar caza a los demonios para vengar a Luke y que probablemente no vuelva por un largo tiempo.

Ellos me abrazaron y me desearon buena suerte, Nico me dio un casco plateado con sus colores plumaticos negro y púrpura, dijo que quería que yo tenga esto como un recuerdo suyo y del campamento, le sonrei ante esto y le di un fuerte abrazo. Nico es como un hermano pequeño para mi, por lo tanto tengo la obligación de ser el hermano amoroso.

Percy Jackson: Un Nuevo Semi-Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora