☾apítulo 4

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Lastima que ese sentimiento mutuo se halla quedado en un deseo.

La noche fue muy buena. Bailaron, tomaron un poco y hablaron hasta que la fiesta termino.

Santiago despertó en su habitación completamente a oscuras con un poco de dolor de cabeza

Se levanto de su cama y siguio la rutina que tenia todos los dias, solo que con un poco de sueño.

Estaba yendo con su desayuno a la mesa cuando logro ver un osito a crochet con una capa, como si fuera un vampiro. Lo habia echo su madre.

Luego de dejar su comida, Santiago volvio al lugar donde se encontraba el oso. Era raro que ella hiciera un peluche y mas si tenia que ver con moustros, No creían mucho en estos. Le dio ternura, asi que se lo llevo y lo sento cerca suyo para tomar el desayuno con él.

-yo digo que te llamare, mmm... ¡Daniel!, si, tenes cara de Daniel.- dijo Santiago mientras miraba al oso con una sonrisa -Espero que no seas un encargo que le dio la tía a mamá. Ya me encariñe con vos- pronunció mientras abrazaba al peluche con mucho cariño.

Despues de desayunar dejo al peluche en su cama y fue a hacer las tareas de la casa. Barrió la sala, ordeno la cocina, limpio las ventanas, etcétera.

Termino de hacer todo y se fue a su habitacion. Tavella amaba pintar, era su forma de relajarse favorita. Para algunos la escritura los ayudaba a calmarse y para otros la musica cumplia ese rol, para él era pintar.

Estaba sentando en una silla alta y con un lapiz hacía un boceto en un lienzo, el osito vampiro que encontro en el desayuno era su referencia, decidió hacerle una pintura, se veia muy tierno como para solo tenerlo en peluche según él.

Siempre que hacia algo en su cuarto ponia música. Tenia un pequeño reproductor en su escritorio el cual sonaba bastante bajito. Asi no molestaba a nadie con su "ruido de fondo".

Mientras pintaba pesaba mucho y eso lo ayudaba normamente, habían días donde era muy olvidadizo

La mente de Santiago se acordo de alguien. Entre tantas cosas que habia echo a la mañana recien ahora se acordaba de Roberto.

Dejo el lapiz en un espacio el caballete y se detuvo a pensar, mientras lo hacía se le iba subiendo el color carmesí y una sonrisa boba aparecía.

Termino el boceto de su dibujo y fue a buscar sus pinturas para seguir con el cuadro mientras pensaba en su enamorado.

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La semana de Santiago fue normal y aveces un poco aburrida, solo con la diferencia de que se veía mucho mas expresivo.

Usualmene nadie hablaba con Santi por que estaba serio todo el tiempo y era muy callado, pero esa semana parecía la persona mas inofensiva del planeta, tenia una pequeña sonrisa y un rubor en sus mejillas bastante adorables. Se podia notar que estaba enamorado, aunque nadie le preguntó nada.

Cuando llego el viernes, paso lo mismo que el anterior. Alvin iba caminando a la par de Tavella, el más bajo le comentaba que iba a haber otra fiesta en el dichoso castillo.

-te noto raro desde el ultimo sábado, asi que me podes acompañar a la fiesta- dijo él menor.

Santiago rio un poco por lo bajo mientras sus mejillas se tornaban de un color rojo claro, revolvió el pelo de su acompañante.

-toda la semana estuviste muy raro, ¿que paso en la fiesta?- pregunto intrigado.

-nada... solo conocí a un chico- dijo el mas alto con una pequeña sonrisa.

-¿te enamoraste? ¿Como se llama?- mencionó emocionado Pintos.

-em, se llama Roberto, es lindo.- se sentía un poco avergonzado de contar sobre su amor- Me dijo que era hermano de Riki. Ayer en la noche le escribí una carta, aunque creo que no se la voy a dar.- mencionó lo último con un poco de tristeza.

-ya vas a ver que algún día se la vas a dar, es un buen tipo.-le sonrio al mas alto y este le devolvió la sonrisa- cambiando de tema, ¿entonces hacemos como la ultima vez? ¿Te llamo a tu casa y acordamos en donde nos vemos?

-si, me parece bien. Chau Alvin- Santiago le dio un pequeño abrazo y lo despeino de nuevo. Esta vez iba a ir caminando a su casa, tenía que hacer algunas compras antes de llegar.

Álvaro tambien se despidió de Tavella y los dos se fueron por caminos distintos.

Eran las doce de la mañana, hacia un poco de frio gracias al invierno. Faltaban muy pocos días para el cumpleaños del de pelo largo, usualmente pasaba ese día solo o con la compañía de Alvin.

Camino por la calle comprando todo lo que necesitaba. Le gustaba hacer las compras y de paso caminar por la plaza. Se sentia muy feliz ese día.

Extrañaba hablar con su amado, pero por suerte al día siguiente lograría verlo.

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872 palabras

Tuve un par de problemas personales y tuve que atrasar este capítulo por unos días, Pero ya volví.

Hice unos dibujos mientras no podía escribir 🤓☝️

Hice unos dibujos mientras no podía escribir 🤓☝️

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(Esta medio deforme el tito😭)

Espero les halla gustado el capítulo, nos vemos en el siguiente💖

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☆°《 𝕋𝕦 𝕝𝕦𝕫 𝕒𝕫𝕦𝕝 》★° 『 𝕋𝕒𝕧𝕖𝕄𝕦𝕤𝕤𝕠 』☆°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora