Q u i n c e

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EPÍLOGO
(Meses después)






05 de Marzo de 2013

¡Regresamos a clases!
Y ya no estás allí, tu banco está vacío, solo queda tu firma J.Smith

Solo fue un día de clases y ya te extrañé.
Extraño escuchar tu voz al llegar junto a tu madre exclamando ¡Buenos días! ¿Cómo están?
Extraño correr a ti y abrazarte.

Ahora solo somos Leyla, y yo.
Ya no somos el trio de amigos que siempre jugó en recreos a quien es mejor que el otro.

¡Todo se acabó!

Me pregunto sí... en un futuro te acordarás de mí.

Me pregunto, si volveremos a ser amigos y ser felices al jugar al TA–TE–TI

Pero sobre esto me pregunto, sí en tu nueva escuela habrá una amiga ANÓNIMA, que deje cartas sobre tu escritorio al salir al recreo y para cuando regreses te sonrías al leerlas, y respondas a ellas de inmediato escribiendo (con la pluma azul que siempre utilizabas exclusivamente para mis cartas) y las guardés en una bolsita observando a todos lados, cómo sí de un tesoro se tratase.

Espero que seas feliz y consigas muchos amigos.
Deseo que al ser adulto puedas ser un gran matemático, como contabas en clases.

¡Te deseo lo mejor!
Y aunque esta carta probablemente no llegue a tus manos, por la distancia.

La escribo.

Y la guardo en la cajita de los recuerdos, porque allí es donde corresponde.

Después de todo, es una más del montón... Porque forma parte de todas ellas.

...De las cartas que nunca te envié.

Atte:

Kiara, la niña que decía llamarse ANÓNIMA.

LAS CARTAS QUE NUNCA TE ENVIÉ © |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora