No Te Enamores de Dexter (+18) (Libro #1) (Versión Original)

«Misión regalos»

Emma Jones

Dexter y yo nos paralizamos al escuchar la voz de Mateo.

Creo que fue mala idea.

—Estamos en problemas. —digo levantándome del suelo en dónde me había arrodillado.

¿Enserio estaba a punto de hacer, eso?

Ni siquiera a Scott le hice nunca un oral, me daba asco. ¿Cómo es que estuve a punto de hacérselo a Dexter?.

—Más que en problemas diría que nos van a matar. —dice y volteo en su dirección. —Digamos que me confundí de habitación y estamos en la de Mateo.

Tiene que ser una broma.

*Creo que le estropeaste el localizador a Dexter*

Salimos de la habitación con la mejor cara de inocencia que podemos poner.

—¿Se puede saber que hacían?. —dice Mateo cuando se para en frente de nosotros con los brazos cruzados. —Como hayan echo cochinadas en mi habitación juro que la van a desinfectar con cloro, no, con lejía mejor.

—Eres un puto exagerado. —dice Dexter lo suficientemente alto para que Mateo lo escuche. —Ni que tú nunca hubieras tenido sexo.

—Oh, sí lo e tenido, Dexter. —Mateo levanta una ceja. —Pero nunca en tu habitación.

—No hicimos nada. —susurro y Mateo me mira como si hubiera aprobado mi inocencia en un crimen.

Da miedo el cabron.

—Bueno, a tí si te creo.

—¡Eh!. —chilla Dexter ofendido. —¿Porqué a mí no me crees?.

—No te ofendas....

—Ya me ofendí, tranquilo.

—Pero a veces piensas más con la polla que con la cabeza. —termina de decir Mateo y me río. —No te rías, Emma. Te estás contagiando.

Mierda.

*Esa fue buena jaja*

—Yo no eh echo nada. —Trato de defender mi dignidad.

*Tranqui, ya no tienes*

—Como digan, traje la cena y las fresas que me pediste. —dice mirándome. —Yo que te traigo frutillas y mira como me pagas. —se hace el enfadado pero baja las escaleras con una sonrisa.

Bueno....esto no estaba en los planes.

—¿Para que me buscabas antes de todo esto?. —pregunta Dexter y posa su total atención en mí.

—Me hablaste acerca del regalo para Mateo . —digo. —Mi hermano se va en dos días así que pensé que sería buena idea ir hoy.

—Interesante. —susurra.

—¿Lo dejamos para otra ocasión?.

—No, principessa. Podemos ir hoy a por los regalos. —me guiña un ojo.

                                  •••

Después de dos horas entramos a una tienda de batidos antes de seguir buscando los regalos.

Es un lugar muy espacioso y tiene mesitas por doquier. Ay cortinas de color rosa pastel en las ventanas que le dan un ambiente más agradable al lugar.

—El olor aquí es genial. —digo admirando cada detalle.

—Vengo aquí desde que soy pequeño. —dice con una sonrisa cálida. —Aquí venden los mejores batidos del país.

Enserio le creo eso último. Pruebo mi batido de fresas con crema de chocolate y creo que me derrito.