Capítulo 13

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—¿Te puedes calmar ya?— preguntó Thomas otra vez mientras caminábamos hacia dentro del edificio.
—No. ¿Y si se me olvidan mis frases? ¿O si hago el ridículo?— dije poniéndome en lo peor.
—Si se te olvida una frase el director dirá "corten" te la dirán y volveremos a empezar.
—Pero y si...— Thomas me cogió de los hombros y me hizo mirarle.
—Ada, disfruta de la experiencia, pásalo bien, ¿no querías ser actriz? Pues disfrútalo, además estoy contigo, y llevas 1 mes estudiándote el guión conmigo, te lo sabes perfectamente.

Sonreí y asentí con la cabeza. Thomas me dio un beso rápido y entramos al edificio. Hoy empezaba el rodaje, el mes había pasado muy rápido, y estaba MUY nerviosa, sentía como mis piernas temblaban a cada paso que daba.

—Chicos— James se acercó a nosotros y nos saludó. A Thomas con un apretón de manos, y a mí con dos besos en cada mejilla.
—¿Estás bien?— me preguntó James. No, no estaba bien, estaba demasiado nerviosa, y quería que me tragase la tierra, pero a la vez, estaba demasiado emocionada y era el mejor día de mi vida.
—Sí, todo bien— afirmé y sonreí.
—Bien, vamos, tenéis que pasar por maquillaje.

Fuimos al camerino y ahí estaba todo el equipo de maquillaje, y vestimenta. A Thomas también los maquillaron un poco, y a mí... bueno, en vez de rodar una película, parecía que me iba de fiesta. Me hicieron un eyeliner tan grande como un elefante, y me pusieron tantas capas de rímel que tenía que se me cayeran las pestañas.

Después de todo el proceso de maquillaje, grabamos la primera escena. Y la segunda... y la tercera. Así durante cuatro horas seguidas. Con varios descansos para cambios de vestimenta, cambios de set, y de todo.

Llegué allí a las 7:00 am, y no terminé de grabar hasta las 18:00 de la tarde. En cuanto llegué a la residencia me tiré encima de la cama de Thomas. Luego vi mi mochila, y me acordé de que tenía clase... espera, ¿cómo me voy a organizar ahora?

—¿Cansada?— preguntó Thomas cambiándose la ropa delante de mí. No es como que no le hubiese visto sin camiseta, pero...

Padre nuestro que estás en el cielo, bendice esos tremendos abdominales.

Amén.

AMÉN.

¿Hoolaa?— Thomas me lanzó su camiseta y por fin reaccioné.
—¿Eh?— eso fue lo único que salió de mis labios.
—¿Qué mirabas tanto?— preguntó con una sonrisa.
—¿Yo? Nada— mentí descaradamente.
—Se te da fatal mentir, lo sabes ¿no?
—No estoy mintiendo...
—Según tú— dijo sentándose en la cama y mirándome. Cuanto más le miraba más me gustaba, era simplemente... perfecto.
—Según yo.

Una notificación llegó a mi móvil, y después otra, y otra. Entré a la notificación.

—¿¡QUÉ!?— exclamé al ver los mensajes, basta, matadme ya

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—¿¡QUÉ!?— exclamé al ver los mensajes, basta, matadme ya. Esto es una cámara oculta, ¡que salgan ya y me digan que soy una persona maravillosa!
—¿Qué pasa?— preguntó Thomas con el ceño fruncido al ver mi reacción. Giré la pantalla de mi móvil y le enseñé los mensajes.

OtoñoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang