ECLIPSE. AU/ Julián x Enzo. PAUSADA

08

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Buenas !!

Adv; La tutela es hasta los 18 pero acá va hacer hasta los 21, finjan demencia.

— Valen ¿Estas despierto?.—

Julián pestañeó al encontrarse con la habitación que compartía con su hermanastro completamente a oscuras. Dio dos pasos atrás para cerrar la puerta pero al intentarlo fue empujado casi con brusquedad haciendo que se tropiece.

No necesito darse la vuelta para ver quien era. Ese aroma repulsivo del alfa lo reconocería en cualquier lugar.

—¿A vos te parece llegar a estas horas?.—

Sus piernas doloridas temblaron al oír la voz de mando de su padre, el gruñido que acompañó esa pregunta casi lo hizo doblegarse ante el alfa, agachó la cabeza en sumisión odiando por ceder tan fácilmente.

La luz fue prendida y eso fue una señal suficiente para reaccionar al instante y dar un paso atrás para evitar lo que sea que el otro podría hacerle, olfateo al aire y se percató que su hermano no estaba hace bastante tiempo, nadie podía ayudarlo.

—Julián te hice una pregunta. Decime ya donde estabas y con quien.— Negó. Tomando fuerzas de vaya a saber donde para levantar la vista y enfrentar a quien creía que era su peor enemigo; su papá.

—Estaba con un amigo, Gustavo.—

—Ese aroma es de un alfa, Julián. Más te vale que no te estés viendo de nuevo con ese villero porque sabes muy bien lo que te va a pasar.— Aquellas feromonas repletas de enojo, odio, fueron las causantes de que sus ojos se inundaran de lágrimas. Las palabras ya no tenían el mismo efecto que antes aunque todavía podía sentir un poco aquel pinchazo a su corazón.

—No estoy más con Enzo, podes estar tranquilo. Ya lograste lo que querías, así que ándate y déjame de joder la vida.— Sus palabras salieron temblorosas dándole entender a su progenitor que hablar de aquel tema lo ponía mal y a Julián no podía hervirle más la sangre al notar la media sonrisa en su rostro.

Lo odiaba.

Si bien esa no fue la razón exacta por la cual su relación con Enzo terminó, si era una de las que los había llevado hacerlo. Gustavo jamás había querido a su ex yerno. Desde el primer día que se enteró que su hijo salía con el morocho había hecho las mil y una para separarlos.

Julián conoció a Enzo a sus quince años. Cuando estaba pasando uno de los peores momentos de su vida; El divorcio de sus padres. Todo pasó muy rápido casi imposible de procesar, la familia perfecta que vivía en aquel pequeño pueblo de córdoba se desmoronó en un abrir y cerrar de ojos, su mamá entrando en depresión por el abandono de su alfa haciéndole imposible hacerse cargo de su hijo, su papá excusando su infidelidad con el cuento de que había encontrado a su omega destinada.

En aquel momento solo supo hundirse en su propia tristeza. No quería hablar con nadie y tampoco encontraba fuerzas para hacerlo. No levantó quejas cuando le dieron la noticia de que tenía que irse a vivir a Buenos aires, con una parte de su corazón quedando en los brazos de su mamá que parecía un fantasma rondando en aquella casa helada que en algún momento lo abrazaba con calidez.