Son tus besos✓ #PGP2024

Capítulo 2: El banquito

Después de lo sucedido lo primero que hice fue subir corriendo a mi habitación y trancarme hasta la mañana siguiente. No todos los días te besaba un chico guapísimo de ojazos verdes, un lilipendo pero guapo. Menos mal que no me encontraría más con él.

Como todas las mañanas, me levanté y desayuné para luego salir hacia el cole, mi hermano no me miraba al rostro, era su forma poco normal de disculparse conmigo por molestarme de esa forma. Mi hermana había llegado en la madrugada y se encontraba rendida en su habitación.

El día era tranquilo y relajante, no pasaba nada, justo como me gustaba. A la salida del colegio, mi hermano se me adelantó y se paró a hablar con un chico que traía puesto casco, andaba apoyado en una moto de esas todas mamadas de carrera, esas que si te sentabas te hacían más trasero del que tenías.

Me paré al lado del pecoso a esperarlo y sentía que el del casco me observaba, no podía mirar sus ojos solo escuchaba su voz, muy sexi y grave por cierto.

El motociclista se quitó el casco sacudiendo con simpleza su cabello azabache, su sonrisa no pudo faltar y más al ver mi reacción, ya no tenía duda de que la vida me detestaba, sus ojos destellaban diversión, a lo mejor tenia pintada en la cara un payaso.

-¿No me saludas princesita?

-Que seas amigo de mi hermano no significa que yo tenga que serlo- crucé los brazos sobre el pecho.

-Recuerda que ya no soy un cualquiera- agarró un mechón de mi cabello, se lo arrebaté enseguida.

-¿Qué son ahora?- preguntó el más pequeño.

-¡Nada!

-Pues mira, más les vale llevarse bien, porque justo necesito que me hagas un favor hermanita.

-¡Ni hablar!

-Por favor, lo necesito mucho- lo miré de reojo, esto me molestaba demasiado pero me servía.

-Está bien, solo si me prometes algo- me miró esperando mi condición- no habrá más reuniones nocturnas ni de ningún tipo, de aquí a que me gradúe ¿entendido?- asintió- ¿Qué quieres?

-Un pastel de nutella, para Emma.

-¿Y eso para que si no es su cumple?- levanté una ceja.

-¡Porque quiero y ya! ¿Puedes o no?

-Sí, puedo. ¿Dónde es?

-Jang te llevara, su madre los hace- miré al mencionado y asintió.

Quién lo diría, su madre hacía pasteles y su hijo salió bombón. No me gustaba pero ciega no estaba.

Después de aclarar unas cuantas cosas, me tuve que subir a la moto y el imbécil al acelerar hizo que me agarrara de su cintura, a lo que estoy segurísima de que sonrió, aunque no lo veía.

Hacía frío y las manos me empezaron a temblar por la gélida brisa, inconscientemente me abrasé más a su cuerpo y él con una de sus manos metió las mías por dentro de su sudadera negra.

Decir que estaba solo sonrojada era poco, andaba como un tomate, pegué la palma de las manos a su piel desnuda y noté como se tensó, digamos que empecé a acariciarle solo porque hacía frío pero ¡joder! Sí que estaba bien hecho el chico, no dudaba que el famoso pastel estuviera delicioso.

Al llegar, nos bajamos de la moto y enseguida empezó a sonreír.

-¿Lo disfrutaste?- me quedé callada- el paseo.

-¡Ah! Sí, claro- el rió negando con la cabeza a la vez que se peinaba con una mano los cabellos.

Entramos en la casa, su madre ya nos estaba esperando, tenía el pastel dentro de una caja colorida. Jang y su madre tenían su parecido pero supongo que se parecía más a su padre.

-Qué bonita tu novia he- la madre suelta con mirada asombrada.

-No soy su...

-Ya vámonos princesita- el pelinegro me jaló del brazo sin dejarme terminar la frase.

Al llegar a la casa, Emma estaba viendo la tele mientras que Erick le hacía trencitas, se veían tiernos.

-Ya llegamos con tu pastel- anuncié y ambos nos miraron.

Mi hermana recién se despertaba, estaba bajando las escaleras con pereza e ignorándonos nivel dios se dirigió a la cocina.

La tarde entera nos dedicamos a comernos el pastel y ver tele, obviamente el lilipendo también estaba, supuestamente era ahora como el mejor amigo del pecoso, solo dios sabe dónde lo conoció.

Nos encontrábamos en el salón, yo comía un pote de helado de caramelo y Emma un pedazo de lo que quedó del pastel. Erick no dejaba de verla y por algunos momentos sentía que Jang también me observaba y lo pude confirmar cuando lo miré y nuestros ojos se encontraron.

No pararé de decir nunca que eran hipnotizantes, no podías parar de verlos, ese verde esmeralda era hermoso.

Mi vista bajó a sus labios y no pude evitar relamerme los míos, quería sentirlos de nuevo, quería sentir otra vez esa conexión, quería besarle.

Él se levantó sacando de su bolsillo un paquete de cigarrillos, me paré detrás de él siguiéndolo hasta el pequeño patiecito.

-¿Lo harás o seguirás mirándome?

Estaba decidida pero me faltaba algo.

-Espérate ahí, no te muevas- le indiqué.

Fui a coger un pequeño banquito, lo situé delante de sus pies y me paré encima. Me miró confundido y empezó a reír, era muy alto el imbécil, no iba a llegar.

Me empiné y lo besé. Puse mis brazos atrás de su cuello y el me acercó a su cuerpo agarrándome por la cintura. El beso se intensifico al meter la lengua, ambas bailaban en la boca del otro, era simplemente delicioso. Entre mis dedos se rozaba su cabello negro y el cada vez más me pegaba a su pecho.

Esto era de lo que hablaba, piel con piel, labio con labio, lenguas entrelazadas, esto era una cosa que no se hacía con cualquiera, era algo muy personal y hermoso como para ir por ahí haciéndolo con el primero que se te pare en frente.

Me alejé, estaba confundida.

-¿Qué?- preguntó Jang.

-Esto, no está bien- me bajé del banquito y me agarró del brazo.

-¿Por qué? ¿Por qué no me conoces? ¿Es eso?

-En parte sí, pero, tú... ¿Por qué te dejas?

-Me atraes, bueno, me gustas.

-Claro que no, solo quieres divertirte un rato.

-¿Qué te hace pensar eso princesita?

-Todos piensan así.

-Yo no- se puso serio- dame una oportunidad y te lo demostraré.

Solo quería besarle, mas nada, pero eso no quitaba que mi corazón latiera a mil por segundo cuando dijo eso.

Acepté.

Holis👋🏻🙂
Aquí el 2do cap, espero que les haya gustado💞
Intentaré actualizar todos los días ya que la historia es corta🤗

Mi insta: daylhenvaldes_

Chaíto💋💞