II

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(...)


No, no puede gustarme Potter, ¿qué clase de pensamiento fue ese? Definitivamente esto me está afectando. Será mejor que solo me vaya a dormir. Tengo un lindo partido de Quidditch contra Ravenclaw, y la estúpida ñoña de Cho Chang no va a detenerme. Su asquerosa casa repleta de bichos raros estuvieron acosando a los de Slytherin por más de una semana. No voy a dar el gusto de que la asquerosa Chang me gane.

—Hey, amigo, ¿me oyes? —era Blaise, uno de mis mejores amigos. Aunque con poca sutileza me estaba despertando. Me sacudía como si fuera la comadreja. No sé cómo, pero tengo la intuición de que ese traidor le costaba milenios levantarse—

—Sí, Blaise, ya te oí. Deja de molestar, ¿quieres? —dije mientras hundía mi cara en la almohada no queriendo separarme de ella—

—Bien, no te levantes. Sólo el equipo de Quidditch te vamos a esperar con el culo sentado alrededor de tu inútil cuarto para que cuando te dignes a levantarte podamos ir a jugar. Pero como te vas a tardar unas SIETE HORAS en hacerlo ya se va a haber terminado el partido y Ravenclaw nos ganará y la idiota de Cho Chang va a ser de las mejores buscadoras de su generación, y siendo tú con el que estoy hablando no creo que te agrade mucho esa idea. Así que o mueves el culo o no lo hagas y te sacaré de esta habitación a patadas.

—Ugh —suspiré, tenía un buen punto, pero pensar en tanto me hizo cansar—Bien, ya voy a ponerme el uniforme. —me levanté para que me viera que no me voy a volver a dormir, por más que sea una hermosa tentación—

Luego de unos 50 minutos estábamos entrando a la cancha situándonos en nuestras posiciones originales. Enfrentado con Cho Chang, miré a las gradas. Ahí estaba, El Niño que Vivió. Harry Potter. ¿Qué hacía ahí? Siquiera tenía alguna relación con Slytherin y mucho menos con Ravenclaw, salvo la Lunática Lovegood, pero ella no juega Quidditch. Oh... ya sé por qué vino. Vino por su nueva novia, Chang. ¿Cómo no lo había notado? Era obvio. Aunque qué pareja horrible hacen. Potter merece a alguien mejor que Ñoña Chang.

De repente, sonó el silbato y dejé mis pensamientos. Necesitaba concentrarme en esto si quería desilusionar a todo Ravenclaw. Maldita casa de bichos raros. Si es la casa de los inteligentes, me sorprende que una Gryffindor sea mucho mejor que ellos, y de paso, siendo una sangre sucia inmunda. Me da gracia cómo fueron superados por una muggle asquerosa. Hasta a veces siento lástima por ellos. Pobres, deben sentirse apenados de que los derrote una hija de muggles, rarita Granger.

Para mi suerte, ví una bola dorada al frente de mí. La perseguí como un loco; Chang no se quedó atrás. Estábamos compitiendo por quién iba más rápido. La snitch hizo un movimiento brusco en un momento, dirigiéndose al suelo. Estaba tan dispuesto a agarrarla y salvar el partido que no me importó salir lastimado. Me fuí en picada al césped. Chang me perseguía pero paró antes de llegar a la superficie. Algo me impulsó a seguir, más bien, alguien. Lucius estaba huyendo y no lo veía desde hace meses. Quería enorgullecer a alguien que estaba en las gradas. Lo sentía. Sentía su preocupación y su mirada fija cuando caí al suelo rodando. Sorprendentemente no se rompió mi escoba. No importaba. Podría comprar otra de todas formas. En un zumbido, se escuchó el silbato y la voz confirmando que Draco Malfoy agarró la snitch, y que por lo tanto ganábamos el juego. Estaba feliz. Miré a Potter cuando dejé de tener la vista borrosa por la caída. Sonreí burlonamente. ¿Haz visto, Potter? Soy mucho mejor que tú.

Me dispuse a ir a los vestidores para bañarme, olía a sudor y es lo que menos me gustaba. Tenía que bañarme rápidamente antes de que los vestidores se llenaran completamente. Sino, ni aunque me bañe 800 veces sacaré el olor a sudor. Cuando alguien me atropelló. Estaba dispuesto a gritarle cuando ví quién era. Me sorprendí pero me enfureció. Si tardaba, no podría bañarme a gusto.

Sólo es un Juego [Drarry/Harco]Onde histórias criam vida. Descubra agora