Sin escape.

Denji y Nayuta

Impulsado por el deseo de querer estar solo, Denji se alejó de todo aquello a lo que alguna vez consideró su hogar.

Estaba cansado de cargar con el peso de ser el motosierra, en especial cuando todo se salió de control y fue engañado completamente en aquel entonces.

Y es que ya había pasado un largo tiempo desde que la humanidad había descubierto la identidad del motosierra.

En un principio todos le tenían un odio irracional por todo lo acontecido en su momento, pero conforme pasó el tiempo, ese odio que tenían por él pasó a ser un temor abrumador para las grandes masas puesto que él dejó de tener piedad con los demás.

Se cansó de ser el saco de boxeo de todo el mundo, así que decidió tomar el camino incorrecto de la vida.

Dañar y matar sin rechistar a todos aquellos que querían hacerle daño, ya era algo natural para él, aunque muy en el fondo de su corazón sabía que eso estaba muy mal.

Pero el remordimiento y el deseo de venganza era aún palpables en su vida, en especial porque fue por culpa de la humanidad y de los mismos demonios el que él haya perdido a su familia y a sus amigos en su momento.

Es por eso que decidió seguir adelante y dejar atrás a todo aquello que lo ataba a un sentimiento de cariño y afecto.

Después de todo, era lo mejor para él, pero por sobre todo, era lo mejor para ella.

Porque si, pese a ser un asesino irracional, él seguía manteniendo ese cariño por aquella niña a la que en su día se prometió proteger.

Aunque solo por el hecho de saber que al estar a su lado ella iba sufrir de innumerables ataques debido a su propia condición, entonces fue que también decidió dejarla atrás.

Aunque eso claramente no fue posible.

No importaba lo mucho que se fuera o se escondiera de Nayuta, ella de una u otra forma lograba encontrarlo, por lo que siempre le pedía que volviera a casa con ella.

Pero el estaba reacio a querer aceptar dicha oferta, por lo que le habló innumerables veces sobre que se alejara de él y que tratara de tener un vida tranquila.

Aunque eso no fue posible.

Nayuta siguió insistiendo, cosa que lo empezó a desesperar.

Es por eso que en algún punto de sus tantos encuentros, el decidió atacarla como una última medida para que ella entendiera que él estar con él no estaba bien.

Pese a que eso lo fuera a lastimar aún más.

Sabía que estaba mal, en especial porque aún quería a Nayuta, pero si con eso no se alejaba de él, entonces tendría que llegar al límite de sus capacidades para que ella entendiera que ya no la quería cerca de él.

Pero afortunadamente eso no pasó.

En algún momento del tiempo Nayuta dejó de acudir a él.

Su voz se había esfumado.

Los abrazos que alguna vez lo hicieron sentir querido desaparecieron.

La sonrisa genuina de su rostro desapareció.

Ahora solo había silencio en su vida.

Una vida que seguía y seguía pese a que los años pasaron.

Muchos de sus conocidos ya habían muerto.

Los híbridos que alguna vez trataron de desafiarlo ya habían desaparecido.

Incluso los otros jinetes dejaron de buscarlo.