día 4: selva negra | s. gojo & s. geto AU!

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¡hola! estoy participando de la #gogeweek2024 y voy a subir mis one-shots por acá. gracias a esta maravillosa dinámica y sus personitas por la cual me sumé a participar, se les quiere mucho <3.

 gracias a esta maravillosa dinámica y sus personitas por la cual me sumé a participar, se les quiere mucho <3

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advertencias: satoru!policeman x suguru!criminal


Era una pacífica noche fresca en Tokio, las luces adornaban la ciudad haciéndola ver hermosa y habitable por la noche

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Era una pacífica noche fresca en Tokio, las luces adornaban la ciudad haciéndola ver hermosa y habitable por la noche. Todo iba perfecto y tranquilo, y por otro lado un pelinegro junto con su banda de ladrones andaban asaltando un banco de Japón, robándose miles de millones de yenes.

La policía no tardó demasiado en venir a detener dicho robo, apareciendo las luces rojas y azules por las calles iluminadas. Suguru apenas vio las luces y apuró a sus compañeros, haciendo que ellos huyan de ahí primero con el dinero en las bolsas. Suguru y su grupo de ladrones era bastante conocido en la ciudad, todos querían capturarlos y encerrarlos en la cárcel. El pelinegro ya estuvo una vez en la cárcel y no volvería a ir ahí, por eso trataba de no llamar tanto la atención como sus compañeros.

Cuando la policía estaba ahí, sus compañeros ya habían huido con el dinero, solamente faltaba él escapar del banco, pero en una falsa acción en vano logró tropezarse en el callejón. Cuando menos se dio cuenta, ya estaba boca abajo sobre el suelo y esposado; lo habían atrapado.

—¿¡Pero qué...!? —exclamó algo sorprendido y molesto el azabache tratando de zafarse de aquél agarre.

—Tienes derecho a guardar silencio, Suguru —murmuró calmado aquel albino con lentes de sol y uniforme de policía.

—Pero... ¡Soy inocente! —el pelinegro era muy bueno mintiéndole a la gente. Aunque, aquél hombre albino no le creyó en nada.

—¿Ah, sí? ¿Una persona inocente saldría corriendo del banco vestido todo de negro y cubierto hasta el rostro? —aquél hombre se ríe mientras lo levantaba y lo llevaba al patrullero.

—Y-Yo... —Suguru estaba planeando un escape y la forma que se le ocurrió no le gustó pero al menos serviría—. Haré lo que sea para que me libere... —el pelinegro vio la placa del policía, se llamaba Satoru Gojo—. Comisario Satoru...

Satoru parpadeó un poco y se bajó los lentes de sol, dejando ver sus ojos celestes—¿Crees que soy nuevo en esto?—él ríe sarcásticamente volviendo a subir sus lentes donde estaba, metiéndolo adentro del patrullero.

Suguru lo pensó una vez más, no quería volver a la cárcel.

—Por favor, comisario —murmuró el criminal de una forma seductora y sumisa—. Haría lo que fuera para que me dejes libre... —el pelinegro lo miró con lujuria, mentiría si él dijera que éste hombre no es atractivo.

El policía lo miró una vez más bajando sus lentes de sol, dejando a la vista otra vez sus ojos color cielo, este azabache le parecía atractivo también.

—¿Lo que fuera?

—Lo que fuera...

—Bien, ponte entre mis piernas y dame una mamada —él se posiciona en los asientos de atrás y abre las piernas, bajando la bragueta para dejar salir su gran polla dura—. Y si lo haces mal, te encerraré. Te conviene que me uses muy bien esa boquita.

Suguru parpadeó un poco absorto por el tamaño y obedeció en lo que dijo el policía, poniéndose entre sus piernas y mirando expectante la polla del otro. Tenía sus manos esposadas, por lo tanto no podía apoyarse o agarrarse de un lugar.

—¿Crees que mi polla se chupará sola? —aquella pregunta lo hizo volver a la normalidad.

—N-No...

—Entonces apúrate, tengo que seguir trabajando —ordenó firmemente el albino.

El pelinegro se lamió los labios antes de proceder a pasar su lengua lentamente desde la base hasta la punta. Supo que anduvo bien porque oyó que el policía soltó un suspiro junto a una maldición.

—Mierda... —murmuró entre suspiros.

Suguru siguió lamiendo hasta tomó algo de aire y engulló toda la polla de Satoru dentro de su boca, haciendo que él recién nombrado suelte un gemido fuerte.

—¡Ah, joder! —el albino agarró los cabellos negros de Suguru, no iba a follarle la boca, solamente quería saber si era bueno y cumplía con lo que él prometió.

El azabache aumentó la velocidad de los movimientos de su cabeza, ahuecando sus mejillas hacia adentro para chupar con fuerza, y su lengua chocando con el glande.

Satoru había ignorado los mensajes de voz que sonaban por la radio, donde necesitaban la presencia de él. Ahora mismo estaba teniendo una buena mamada. Existen prioridades.

Suguru siguió un rato así hasta que sintió que la polla de su amante comenzaba a palpitar, anunciando que estaba cerca de correrse, además de que se había vuelto demasiado ruidoso.

—Voy a correrme... No pares... ¡Mierda! —luego de que Satoru pronunció aquellas palabras entre gemidos entrecortados, se corrió en la boca del pelinegro. Con sus manos en su cabello lo atrajo hasta que su polla tocó la pared de su garganta y su semen chorreaba por ahí.

Luego de terminar de correrse, lo alejó de él mientras se recuperaba de su orgasmo reciente.

—Maldición... eres tan bueno —¿eso significa luz verde?—. Puedes irte... —el albino sacó las llaves de las esposas y se las quitó, no sin antes agarrarlo del brazo.

—Oye...

—Si vuelves a robar, no tendré piedad y te follaré hasta que no puedas recordar tu maldito nombre, ¿entendido? —el pelinegro asintió ante las rudas palabras del policía mientras éste le soltaba el brazo oara que se pueda ir de allí—. Ya puedes irte

Suguru salió del patrullero con una sonrisa en su rostro y con la mandíbula algo acalambrada, seguramente volvería a robar para ver a aquél policía albino.

Suguru salió del patrullero con una sonrisa en su rostro y con la mandíbula algo acalambrada, seguramente volvería a robar para ver a aquél policía albino

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mi idea era q culiaran pero m di cuenta q nunca narré un blowjob así q...

pero al final me gustó jsjd

LOS SEPARADORES NO SON MÍOS, los robé d pinterest jejeje créditos a sus respectivos autores.

you don't want my love?Where stories live. Discover now