Que disgustaste sentirse mal con uno mismo, desanimado, sin saber que hacer, a donde ir, a quien buscar, en quien apoyar nuestra cabeza y saber que nos de su hombro, y nos escuche.
Sentir que no hay nadie, nadie que nos escuche es lo peor. Sentirse vacío y no tener con qué llenar ese agujero enorme. y no tener quien sane ese vacío, es lo peor. No encontrar la salida. Y estresarse. Ansiedad. Rascarse los brazos. Morderse las uñas. Cansancio. Ganas de no salir de tu pieza. Por que si salís, descubren tu angustia. Sentirse atrapada. Encerrada. Con miedo. Frío. Sentirse acompañada pero no consolada. Sentirse completa pero a la vez sin nada. Sin nadie. Sin saber por qué.
Así es como me siento.
Así es como estoy.
Sentir la lejanía de papá, de la familia, y tan cerca a mamá y no tener su consuelo, sentirse agobiada, forzada a algo que no quiere para ella, para su vida. Sentir la presión de todo. Y seguir.
Sentir la falta de comunicación, la falta de vivir. Lo normal. Lo real. Todo superficial. No hay amor. No hay cariño. No hay unión, que mal me hace.
Contar mis problemas y sentir que nadie me escucha. Hablando a la pared. A los cuatro vientos. sabiendo que Dios está presente. pero cuesta buscarlo. Y sentir que él no responde.
