23

3.2K 260 6
                                    

"Con honestidad, me sorprendió mucho que el Sultán Jeon la haya rechazado", comentó Jak, uno de los guardias.

"Sí, habíamos escuchado que era un hombre que no podía pasar un día sin alguien en su cama, pero lo hizo. Rechazó a la princesa y la mandó de vuelta a Roma, sin importarle si se llevaba sus refuerzos", agregó Jan, asintiendo en acuerdo.

Tae sintió un gran alivio al escuchar esto, ya que no quería que sus hijos crecieran sin su padre. Después de todo lo que habían pasado, no estaba dispuesto a perdonar una infidelidad.

"Bien, serán recompensados, y sus familias también", declaró Tae con determinación.

"Señor, nuestros nombres son Jak y Jan", recordó Jak.

"Sí, lo sé", respondió Tae antes de despedirse y partir.






















Taehyung entró en su aposento y se encontró con los hombres que más amaba. Jungkook sostenía a Bae en su pecho, rodeándolo con un brazo para asegurarse de que no se cayera, mientras con el otro abrazaba a Jun. Yeontan dormía en la pateadera cerca de ellos.

Después de cambiarse, Taehyung se acostó en su cama, acomodándose junto a Jun, y se quedó dormido profundamente hasta las 2 de la madrugada, cuando el pequeño Bae comenzó a llorar de hambre.

















A la mañana siguiente, Jungkook se despertó temprano y se quedó contemplando a su familia. Jun estaba en el centro, Tae a su lado, Bae en su cunita y Yeontan jugando en la pateadera. Recordó cuánto había extrañado esos momentos, pero aún sentía que algo le faltaba.

"Kooki, ¿ya despertaste?" dijo Tae mientras se frotaba los ojos.

"Sí, amor, desperté hace un rato. Ayer les leí cinco páginas de un nuevo cuento a nuestros bebés. Jun me dijo que hace tiempo le leíste el anterior", respondió Jungkook con una sonrisa.

"Sí, prometimos que sería una tradición hasta que cumplan cinco años", recordó Tae con cariño.

"Eso es verdad. Los extrañé tanto, y el pequeño Bae es hermoso, igual a ti. Solo que no heredó tus ojos azules, son color miel", comentó Jungkook.

"Si", hizo un puchero, "yo quería que sean azules. Es parte de los Kim desde generaciones pasadas".

"No te preocupes, cielo. Aún somos jóvenes, podemos tener más hasta que salga uno con ojos azules", dijo Jungkook.

"Tú no eres el que sufre el dolor al traerlos al mundo", dijo Tae con expresión indignada, aunque luego confesó: "Pero la verdad es que quiero tener a una niña más".

Jungkook lo miró con una enorme sonrisa, ya que también deseaba tener una niña igual a Tae y con esos hermosos ojos azules. Sin duda, no pararía hasta conseguirlo.

"Yo también quiero una niña, amor", afirmó Jungkook con determinación y cariño.

















9 meses después.....

















El pequeño Bae cumplía hoy su primer año de vida. Era un niño hermoso y tranquilo, mientras que Jun, su hermano mayor, era todo un revoltoso.

Para celebrar esta ocasión especial, decidieron hacer un picnic en el jardín. Optaron por una celebración íntima, ya que Bae no disfrutaba estar rodeado de muchas personas.

 Optaron por una celebración íntima, ya que Bae no disfrutaba estar rodeado de muchas personas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bae estaba tumbado en la manta junto a Yeontan, imitándolo con un "gua gu".

"Gua gu", repitió Bae, lo que hizo que Tae lo mirara con indignación. "Nueve meses en mí y su primera palabra es 'gua gu'".

"Jaja, no seas celoso, amor. Es porque pasa mucho tiempo con Yeontan", trató de calmar Jungkook.

"Sí, en eso tienes razón. Bae está muy unido a Yeontan", reconoció Tae. "¿Qué te parece si traemos un perrito para el cumpleaños de Jun? Tal vez así deje de hacer tantas travesuras".

"Me parece bien", respondió Jungkook, mientras observaba a Jun jugar. "Pero él aún es pequeño. Además, sus travesuras no son graves. Y si lo fueran, no importa. Él es un príncipe. Es Jeon".

"Tienes razón, pero quiero que él sea educado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Tienes razón, pero quiero que él sea educado. No me gustó que haya tirado su juguete de madera en la cabeza del guardia", expresó Tae preocupado.

"Lo hizo porque ese guardia te tocó el brazo. Nadie, excepto mis hijos y yo, puede tocarte", respondió Jungkook seriamente.

"Me pregunto a quién habrá salido celoso", bromeó Tae con una sonrisa burlona.

"Y en serio, ese imbécil se lo merecía. Te agarró con tanta fuerza que hasta te quedó una marca. Nunca me contaste qué pasó al final. Siempre me dices que me lo contarás y nunca lo haces, como aquella vez que mandaste a todos del haren al palacio de mis padres", recordó Jungkook.

"Bueno, lo de enviarlos al palacio de tus padres fue porque estarían molestos conmigo, ya que les quité la oportunidad de ascender a mejores puestos si te daban un hijo. Estaba seguro de que tomarían represalias, así que no me iba a arriesgar", explicó Tae con una sonrisa orgullosa. "Y lo del guardia fue porque vi que se estaba aprovechando de su poder y mandando a un subordinado, algo que él tenía que hacer. Así que lo enfrenté. Ahora que lo pienso mejor, sí estuvo bien que Jun le tirara ese juguete", concluyó.

"Ya veo, eres muy inteligente y valiente, amor. Eso fue lo que me enamoró, aparte de tu belleza, claro. Jun tiene tu personalidad, es igual de travieso y vanidoso como tú", expresó Jungkook mientras se acercaba para besar a Tae, y juntos compartieron un beso tierno.

"Papish, Mila, hice un catillo pa ustedesh", dijo Jun, orgulloso de su trabajo.

"Es muy hermoso, bebé", le dijeron sus padres, mientras Bae aplaudía emocionado.

"Sí, pero no más bonito que yo", agregó Jun con una sonrisa traviesa.

"Así es, bebé", respondieron sus padres, ya acostumbrados a su actitud.

Y así pasaron la tarde, disfrutando del amor y la alegría de su familia.








Serás mío Sultán Jeon /KOOKV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora