Memorias de un inmortal

Capítulo 4

Capítulo 4: El Enigmático Estudiante

Tiempo: antes del primer capitulo

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Los hermanos Shen intercambiaron miradas llenas de preocupación y curiosidad. La ausencia de Luo Binghe en las clases de cultivo era algo inusual y los rumores que rodeaban su misteriosa desaparición les intrigaban cada vez más.

Shen Jiu fijó su mirada penetrante en Ming Fan, su joven discípulo. Su semblante serio y gruñón se acentuó aún más mientras regañaba al joven por su descuido. "Ming Fan, tú eres responsable de velar por el bienestar de tus hermanos marciales y garantizar que asistan a sus clases de cultivo. No te olvides de tus deberes".

Ming Fan, con el rostro enrojecido y los ojos llenos de arrepentimiento, se disculpó rápidamente. "Lo siento, Shizun. Ha sido mi error no darme cuenta de que Luo Binghe estaba faltando a sus clases. Haré todo lo posible por enmendar mi error y asegurarme de que asista a partir de ahora".

Shen Jiu asintió con aprobación, su expresión adquiriendo una ligera dosis de orgullo. "Bien dicho, Ming Fan. Asume la responsabilidad y demuestra tu lealtad hacia tus hermanos marciales. Ahora, dinos dónde se encuentra Luo Binghe".

Ming Fan se aclaró la garganta y señaló a una cueva oculta en una de las colinas del pico. "La última vez que lo vi, estaba escondido allí. Parece estar pasando mucho tiempo allí, pero no sé exactamente qué hace".

Una chispa de curiosidad brilló en los ojos de Shen Yuan, su mente ágil e ingeniosa comenzando a tejer hipótesis sobre las actividades ocultas de Luo Binghe. "Es hora de que descubramos qué está sucediendo. Vamos a la cueva".

El duo se dirigirían en silencio hacia la cueva, con pasos llenos de determinación.

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Los hermanos Shen caminaban en silencio por los pasillos del Pico Qing Jing, sus rostros eran una máscara de seriedad y determinación. La oscuridad de la noche les envolvía, mientras se dirigían hacia la cueva donde Luo Binghe solía esconderse.

Shen Jiu, con su mirada penetrante y su eterno ceño fruncido, llevaba el paso delante de su hermano menor, Shen Yuan, quien caminaba con una elegancia innata. Ambos hermanos estaban decididos a descubrir el misterio oculto tras las acciones de su joven discípulo.

Al llegar a la cueva, los hermanos Shen se detuvieron ante la entrada. El aura de misterio y anticipación se entrelazaba en el aire, mientras empujaban la puerta y entraban en la oscuridad.

La cueva estaba sumida en un silencio ominoso. Solo el suave susurro del viento y el eco de sus pasos rompían el silencio. Avanzaron cautelosamente, sus miradas escrutando cada rincón, buscando cualquier indicio del paradero de Luo Binghe.

Finalmente, Shen Yuan divisó una figura solitaria en el centro de la cueva, arrodillada en una meditación profunda. Era Luo Binghe, con los ojos cerrados y una calma aparente.

Shen Yuan frunció el ceño, señalando a su hermano mayor con un gesto discreto. Shen Jiu asintió, entendiendo el mensaje de su hermano y avanzó unos pasos, interrumpiendo la meditación de Luo Binghe.

El joven discípulo abrió los ojos, su mirada reflejando una mezcla de sorpresa y desconcierto mientras se ponía de pie e intentaba hacer una reverencia improvisada. Miró a sus dos maestros, sin encontrar palabras para explicar su ausencia a las clases de cultivo.

Shen Yuan, cuyo temperamento era tranquilo hacía más difícil verlo enfadado, habló con una marcada decepción en su voz. "Luo Binghe, ¿acaso no te importa tu cultivación? No hemos visto ningún esfuerzo de tu parte en mejorar tus habilidades."

Luo Binghe bajó la mirada, apretando los puños con fuerza mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas. "No es que no me importe, Shizun", dijo en un tono bajo. "Simplemente... tengo mis propios métodos de cultivación."

El rostro de Shen Jiu se ensombreció aún más, su mirada penetrante fijada en Luo Binghe. "¿Tus propios métodos? ¿Qué significa eso? No te hemos enseñado a desviarte de las prácticas establecidas de nuestra secta."

El joven discípulo respiró hondo antes de responder, temia ofender a sus maestros si afirmaba que su guía de cultivo casi lo había llevado a mejor vida con una desviación de qi, su voz vacilante pero firme. "He descubierto una forma diferente de cultivar, una que se alinea más con mi naturaleza y mis habilidades innatas. Siento que puedo alcanzar una cultivación más profunda a través de este método."

Shen Yuan se acercó a Luo Binghe, su mirada suavizándose ligeramente. "Comprendo que cada discípulo tiene su propio camino de cultivación, pero debes recordar que nuestra secta tiene estándares y principios. Debemos asegurarnos de que tu cultivación no peligre tu seguridad ni la de los demás."

Luo Binghe asintió, su expresión reflejando una mezcla de gratitud y determinación, pero detrás de aquella sonrisa guarda en su corazón mil cuchillas listas para lanzar a aquellos quienes lo habian herido. "Entiendo, Shizun. No quise decepcionarlos, pero siento que este método es mi camino hacia la excelencia."

Shen Jiu, aunque menos expresivo, observaba atento la conversación, y analizaba las palabras del discípulo que eran notorias y no medidas, dejaban en claro "mi naturaleza" un desconcierto. Sus sospechas sobre Luo Binghe habían sido confirmadas, y ahora su habilidad para adaptarse y su astucia se volvieron aún más intrigantes.

"Seguiremos vigilando tu progreso, Luo Binghe", dijo Shen Yuan con voz firme, pero comprensiva. "Debes comprometerte a mostrar resultados y no permitir que tu cultivación se desvíe hacia caminos oscuros o peligrosos."

Luo Binghe asintió, su mirada llena de resolución. "Entiendo, Shizun. Haré todo lo posible para cumplir con sus expectativas y lograr un cultivación que esté a la altura de nuestra secta."

Los hermanos Shen todavía tenían mucho por descubrir sobre Luo Binghe y su enigmática cultivación. Pero también sabían que debían darle una oportunidad, pues su talento innato podría traer grandes beneficios a la secta y, tal vez, revelar secretos ocultos en los reinos espirituales.

Con ese pensamiento en mente, los hermanos Shen dejaron la cueva en silencio.

Mientras que una mirada sombria, detras de ellos, los observaba

Continuará...