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Unos minutos antes.

¿Que estaban haciendo Rosinante y Mihawk?

Nadie dijo que cuidar a un bebé seria fácil, cualquier ser humano requería de múltiples atenciones, si, pero un bebe de seis meses requería atención constante. Según el "no podía ser tan difícil", esa fue una de las pocas veces en las que admitiría haberse equivocado. Ahora pagaba las consecuencias mientras Rosinante se burlaba de el en su cara ante su reacción al haberse acercado mas al pequeño. ¿Como iba a saber el que esa cosita podía oler tan mal?

Mientras, Rosinante  buscaba un cambiador en uno de los compartimentos. El pequeño bebé se movía inquieto en sus brazos, balbuceando y agitando sus pequeñas manos. De repente, Zoro comenzó a llorar con fuerza, sus patitas golpeando el pecho de Mihawk.

—Tranquilo, pequeño. Ya casi está.— Ojos de halcon trataba de calmar al bebe a la par que el rubio extendió el cambiador sobre el lavabo y Mihawk, con una torpeza adorable, depositó a Zoro sobre él. El bebé, aún llorando, miró a ambos hombres con sus grandes ojos llorosos.

—Deja que yo me encargue, Mihawk. Tú no pareces muy experimentado en esto.— Mihawk se sonrojó levemente y se apartó, observando a Rosinante con una mezcla de incomodidad y fascinación. El rubio cambiaba el pañal de Zoro con una destreza admirable, hablándole en voz baja y tranquilizadora.

—Se nota que tienes práctica, ¿Debo atribuirle el mérito al pequeño Law?—

—¡Hey! Este pequeño me recuerda a el cuando llegó a casa, ya sabes... La primera noche no sabía que hacer, la segunda llore con el— ¿Que si había llorado por no saber cómo calmar a un bebé? Efectivamente, si. —La tercera noche Law ya no lloraba, desde ahí puedo contar las veces que lo hizo aunque siempre voy a pensar que Doffy tuvo algo que ver con eso. Pero, cuando menos te das cuenta, ya es parte de tu rutina.— Finalizo Rosinante mientras alzaba al bebé en el aire sonriendo por su buen trabajo.

—Se que no llegaron en las mejores condiciones, pero no tienen la culpa ¿Sabes? Hay personas que no entienden la carga que supone traer hijos al mundo, no todo se resuelve por su cuenta.— Mihawk se quedó callado mientras escuchaba, sabía por Doflamingo que Rosinante era el más sentimental de ambos hermanos, pero también que era de esas personas que hacían las cosas con la mejor de las intenciones, aunque claro, eso no dejaba de lado lo torpe que era el menor.

—Lo entiendo, pero no puedo con los dos. Acabo de terminar algo que supondrían los próximos años de mi vida y no estoy muy seguro de poder con algo más, además ellos necesitan lo mejor, ya sufrieron bastante.— Se quedó de brazos cruzados observando como Rosinante botaba el pañal sucio al basurero y empezaba a acomodar todo.

—Siempre voy a seguir quejándome de que no hayan esas medias para cambiar bebes que hay en los baños de mujeres. ¡No solo ellas pueden hacerlo!— Rosinante levanto su puño en el aire mientras Mihawk tomaba al bebé para ponerle nuevamente en su cargador, Zoro por su parte extendía sus manitas jugando con el dedo del mayor para luego empezar a salir.

Antes de que cruzará el umbral de la puerta Rosinante menciono algo como si se le hubiera olvidado. —Mihawk, no fue tu culpa, el está bien con Buggy, escuché que adoptaron una niña y...—

—Rosinante, no sigas, eso ya no me importa ni me interesa, te recomiendo ir con el tonto de tu hermano que parece que está escribiendo el antiguo testamento.— Corazon se alarmó mientras corría en dirección de su familiar a la par que Mihawk salía con pasos calmados, ¿Que si se fue con el otro? Bien por el. ¿Que si estaba haciendo una familia? Bien por el. ¿Que si estaba haciendo los planes que tenían juntos con otra persona? Bien por el. El también seguiría su camino, seguiría con su título del mejor espadachín, los niños se irían, y todo volvería a la normalidad...

¡Esto no es un hotel!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora